16.09.2015 / Economía

El Presupuesto que viene, el Presupuesto que se va

El Poder Ejecutivo presentó el Presupuesto General 2016 ante la Cámara de Diputados de la Nación. Cómo serán los incrementos y qué partidas serán las más beneficiadas.

por Ernesto Mattos


Como marca el artículo 26 de la Ley 24.156, el Poder Ejecutivo presentó el Presupuesto General 2016 ante la Cámara de Diputados de la Nación. Esto sin dudas dará inicio al clásico debate sobre las decisiones de gasto del Gobierno y las estimaciones macroeconómicas. Este año tiene de particular que el Presupuesto será estrenado por un nuevo presidente, una situación que sólo se dio en 1999 desde la vuelta de la democracia.

¿Qué es el Presupuesto Nacional? Es la Ley anual que sanciona el Congreso, donde planifica los ingresos que recibirá el Gobierno  y cómo se aplicarán para satisfacer las necesidades de la población: salud, seguridad, justicia y educación, entre otras. El Presupuesto tiene mucha importancia porque permite conocer cuáles serán las prioridades de las políticas públicas.

El Ministro de Economía en la presentación del Proyecto de Ley expuso las primeras variables macroeconómicas que darán sustento a los pre-supuestos de ingresos y gastos para el año que viene. Las previsiones de crecimiento para 2015 son de 2,3% y de 3% para el año siguiente. En lo que respecta a la inflación se proyecta, para el próximo año, un aumento generalizado de precios del 14,6% en promedio. En cuanto al dólar, se espera que la divisa cotice en promedio para 2015 a u$s 9,70 mientras que el proyectado a 2016 sea de u$s 10,60 en promedio anual. Y en el plano externo, las estimaciones en las Ley de Leyes es un superávit de u$s 2.700 millones para 2015 y u$s 4.000 millones para 2016. Ambos resultados en las cuentas externas están muy lejos del promedio de los últimos 12 años, siendo este de u$s 10.000 millones.  

Contexto macroeconómico

Parece una fase trillada pero nunca más real: El mundo se cae. Si observamos el comportamiento de las principales economías del mundo, y en especial nuestros socios comerciales, vemos que no están nada bien. Las proyecciones del propio Banco Central de Brasil estiman un caída entre el 2% y 3% para 2015, el peor desempeño en 25 años. Recordemos que Brasil es la principal economía de América Latina y nuestro principal socio comercial, donde va el 60% de nuestras exportaciones industriales.

Por otro lado, China, segunda economía mundial y nuestro segundo socio comercial, ya no es esa economía que crece a tasas por arriba del 10%. Hay un consenso que este año el crecimiento chino no llegará a 7%, el menor crecimiento en 30 años. Europa y Estados Unidos todavía siguen sumidos a los efectos de la crisis internacional y los errores de haber elegido una salida con políticas de ajuste.

A diferencia de la tendencia mundial, la economía argentina ha mostrado buenos datos. Como principal variable para demostrar esto podemos mencionar el desempleo, el cual ha descendido al valor más bajo desde 1992 al primer semestre del corriente año, un 6,6%. A contrario del mundo, que ha destruido más de 50 millones de puestos de trabajo del inicio de la crisis de 2008, Argentina ha sido el único país que no solo no ha perdido puestos de trabajo sino que ha creado nuevos. Esto es también resaltado por los Organismos Internacionales como la OCDE, OIT, BM y FMI.

También los datos de la construcción para lo que va del año, muestran buenos augurios, creciendo a más del 8% para el primer semestre comparado con igual periodo del año pasado. Mismo camino siguen el consumo en supermercados y shoppings.

El Presupuesto de 2015

La orientación de las políticas que viene llevando a cabo el Gobierno tiene su reflejo en el presupuesto en vigencia. Según la ejecución presupuestaria de la Administración Pública Nacional a julio de 2015 vemos que los gastos sumaron $701.262 millones, arrojando un incremento interanual del 40,8%.

Ese importante incremento del gasto se debió en un 45% ($ 91.800 mill. aprox.) al incremento de gastos en Seguridad Social que incluye: aumento de 48% interanual de jubilaciones y nuevas moratorias que beneficia a más de 6,5 millones de jubilados  ($70.700 millones),  aumento del 45% de las Pensiones no Contributivas (+$ 10.600 millones) y 40% de aumento de Asignaciones Familiares ($ 10.400 millones) entre las cuales se cuenta la Asignación Universal (+$6.600 millones).

Cabe destacar el incremento en las partidas destinadas al PROCREAR por mayor aportes del Tesoro, destinándose $3.900 millones más que en el mismo plazo que el año pasado, un incremento del 98% y una política de sostenimiento de la inversión reflejada en el incremento de la obra pública (+$26.500 millones, +54% i.a).

No fue magia

El extraordinario desempeño de la economía argentina durante estos últimos 12 años se debió a la expansión del rol regulador del Estado sobre el funcionamiento de la economía y el desarrollo de políticas activas de impulso a la demanda, el empleo y el fortalecimiento del mercado interno. Entre estas se destacan el aumento de las AUH un 30%, de las jubilaciones un 33%, paritarias libres y aumento del Salario Mínimo, Ahora 12, Procrear, entre otras tantas. Cuando la oferta, es decir, los empresarios o el sector privado no apuestan a invertir aparece el Estado dinamizando la economía.

Las visiones neoliberales pro ajuste y que identifican al Sector Público como la madre de todos los males de la economía, pregonan que la única solución a todos los problemas es el recorte del gasto público. Sin embargo, es importante ver en qué rubros y el destino del mayor gasto público para entender cuál es el rol que juega en el Estado en la actualidad: como garante de nuevos derechos y ordenador de la economía. Y esto es lo que se pondrá en discusión con la presentación del Presupuesto 2016 ante una coyuntura mundial que no parece cambiar para el año siguiente. Por eso hay que tener presente que vamos a depender de nuestro mercado interno en el futuro cercano para seguir manteniendo los puestos de trabajo y para consumir lo que el mundo ya no nos compra, y sin dudas que las políticas de impulso de la demanda estarán reflejadas en el presupuesto, donde más del 64% del gasto es social.