25.10.2015 / Opinión

La obstinación de la oposición con anticipar un fraude

"Todo parece dado para que la oposición desconozca la validez del escrutinio provisorio", plantea Horacio Verbitsky en su columna dominical. El periodista repasa cómo las distintas fuerzas disidentes al gobierno fueron anticipando sus denuncias de fraude previo a las elecciones.




En su columna del domingo electoral, el periodista Horacio Verbitsky hace un repaso sobre cómo la oposición en los últimos años ha instalado un clima de fraude mediante comentarios y denuncias que nunca llegan a puerto previas a las elecciones.

Tanto con Santa Fe como en Tucumán, cuando el escrutunio provisorio les daba desventaja, Cambiemos denunció fraude.
Para estas elecciones, desde el frente que lleva a Macri como candidato a presidente, anunciaron que no computarían mesas testigo sino que realizarían un escrutinio paralelo en la totalidad de las mesas del país, cargado con los datos de sus fiscales. Así, dijeron que no tardarían más de un día en denunciar ante la justicia cualquier inconsistencia en los datos cargados por la Dirección Nacional Electoral.

Por otro lado, Macri envió miles de fiscales de otros distritos a la provincia de Buenos Aires, lo cual implica que no podrán votar porque no estarán empadronados donde fiscalizan. El líder del PRO justificó esto diciendo que lo hacía porque “habrá gente organizada [se supone que del Frente para la Victoria] que usará tácticas fraudulentas para obtener ventajas”. "Es decir que la idea de un falseamiento intencional y sistemático de los datos reales fue instalada en forma explícita por la dirigencia de Cambiemos", argumenta Verbitsky.

Asimismo, hace unos días las diputadas del PRO Laura Alonso y Patricia Bullrich denunciaron que el gobierno espiaba a políticos, jueces y periodistas de la oposición. Sin embargo, no aportaron ninguna prueba y entregaron a la prensa pero no al juez el listado de presuntas víctimas y los lugares desde los que serían espiadas, abortando cualquier intento de allanamiento.

Otro evento que se le sumó es que Cambiemos -llamativamente teniendo en cuenta su obsesión con el faltante de boletas- no distribuyó todas las boletas necesarias en la provincia de Buenos Aires. Quien manifestó su asombro por esta extravagancia fue el Director Nacional Electoral, Alejandro Tullio. Los apoderados de Cambiemos respondieron que habían tenido problemas logísticos con las imprentas, pero cuando Tullio hizo pública su preocupación cambiaron el argumento y respondieron que desconfiaban del Correo Argentino, que perdía las boletas, por lo cual los fiscales las llevarían a los lugares de votación. 

"Todo parece dado para que la oposición desconozca la validez del escrutinio provisorio, e instale un escenario de crisis que se extendería por lo menos hasta la finalización del escrutinio definitivo, entre el próximo viernes y el lunes 2 de noviembre", expresa "El Perro".

"En 2007, Carrió proclamó que el gobierno de CFK nacía con una legitimidad segmentada, porque según ella se le había opuesto el 70 por ciento de las clases medias de los centros urbanos, la gente como uno. Pocos meses después comenzó la ofensiva destituyente encabezada por la Sociedad Rural. Si esta operación fue posible cuando Cristina duplicó los votos de la segunda minoría, ¿qué no podría ocurrir en una elección que se definiera por unas décimas o a lo sumo por un par de puntos, como con alta probabilidad ocurrirá hoy?", concluye al respecto Verbitsky.