A pesar de que el Gobierno busca instalar a través de sus funcionarios que empiezan a observarse "signos de reactivación" en la economía, la realidad de las empresas y los trabajadores indica día a día algo completamente diferente:
solo en un día, se conoció que la firma de neumáticos Fate entró en procedimiento preventivo de crisis,
que el restaurante Rodizio de Costanera ingresó en concurso de acreedores y
que una emblemática librería del sur del conurbano bonaerense cerró sus puertas con un fuerte mensaje contra Mauricio Macri y los votantes oficialistas.
FATE:
En el caso de Fate, propiedad del empresario multimillonario
Javier Madanes Quintanilla, Bae y La Nación informaron que
la compañía solicitó un procedimiento preventivo de crisis ante el Ministerio de Producción y Trabajo, que se inició formalmente hoy con una reunión entre las partes,
y podría despedir al 30% de sus trabajadores.
"Es una situación delicada", admitió Madanes Quintanilla, uno de las 50 personas más ricas del país según Forbes, en diálogo con ese mismo medio. El empresario enumeró como razones que llevaron a su firma a esta situación a los "problemas de productividad internos", la reducción de los reintegros y la implementación de retenciones a las exportaciones y unos "sobrecostos tremendamente elevados".
La planta está ubicada en San Fernando y
emplea a casi 1600 personas, cuyos puestos de trabajo están en serio riesgo. Allí se fabrican productos de cuyo total se exporta el 50%, por lo que
las medidas implementadas por el Gobierno tras la corrida cambiaria la complicaron.
A eso se le suma una "caída muy importante" del mercado interno, aseguró Madanes Quintanilla, marcada por una reducción del nivel de actividad en el transporte. "Fue un combo muy peligroso y, en definitiva, es lo que vamos a poner arriba de la mesa.
Hay personas a las que les llama la atención que ocurran este tipo de hechos, pero lamentablemente hay un goteo de actividades en los últimos meses que a veces no se quiere ver con profundidad por parte de todos los sectores: gremios, empresarios y Estado".
"Hicimos un planteo muy abierto.
Una de las alternativas más lamentables sería la pérdida de empleo, que debiera ser la última. A mí me gustaría más encarar un modelo en el que se trabaje sobre el crecimiento del volumen, y no sobre recaudar creando un sobrecosto", concluyó.
RODIZIO:
Lejos de la época dorada que supo mostrar la Costanera, que incluso hasta 2015/2016 gozó de buena salud, ahora los restaurantes sufren el desplome del consumo. Tras el cierre de Clo Cló el año pasado,
ahora es Rodizio el que está atravesando una paupérrima situación financiera que, como consecuencia, lo llevó a entrar en concurso de acreedores.
Según publicó Infobae,
Maillol S.A., la sociedad que explota comercialmente Rodizio Costanera, comenzó el trámite de su concurso en el Juzgado Comercial Nº 31 para poder sanear sus deudas y seguir operando. Del escrito judicial surgen los motivos que llevaron a la tradicional parrilla libre a esta situación.
"Maillol se encuentra afectada por un cúmulo de variables macroeconómicas y financieras que, como empresa del rubro gastronómico, no puede gobernar. A saber: inflación creciente, aumento de tarifas, aumento del dólar, caída del consumo, altas tasas de financiación y una exorbitante presión tributaria", señaló la empresa en el escrito, apuntando en todos los casos a responsabilidades del gobierno nacional.
Actualmente
su deuda asciende a $34.200.000 y la firma "se encuentra en la disyuntiva de pagar los sueldos de los trabajadores y proveedores o pagar a los organismos fiscales", agregó la firma.
La empresa emplea a más 70 personas y, como es evidente, hay incertidumbre por la continuidad de los puestos de trabajo. El contrato actual comenzó a regir el 20 de agosto de 2015 y su vencimiento está previsto para el 19 de agosto de 2020. Por eso, en el escrito presentado ante la Justicia Maillol solicita "la continuidad de dicho contrato y el pago correspondiente del canon", lo cual, al menos, brinda esperanza a los trabajadores.
SANCHO:
Después de 30 años de atención al público de Banfield, al sur del conurbano bonaerense en el partido de Lomas de Zamora,
cerró Sancho. La tradicional librería bajó la persiana a mediados de enero a causa de la crisis económica que atraviesa el país con un
duro mensaje a Mauricio Macri y sus votantes.
"Banfilenses: si hubieran comprado y leído más libros, no votaban esto", dispararon, fuertísimo, los dueños de la emblemática casa de libros a través de un cartel que se encontraron los clientes que, desde aquel entonces y aun por estos días, se acercan al local, según mostró BAE.
