Cuando algo es obvio no se aclara. Sin embargo, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, tuvo que salir a declarar: "decirle a alguien que es marxista o que pertenece a La Cámpora no es un insulto".
Las palabras de la mandataria provincial se dieron en referencia a los adjetivos que desde Juntos por el Cambio emprendieron contra el precandidato a gobernador por el Frente de Todos, Axel Kicillof. Desde la oposición acusaron a Vidal de emprender una campaña sucia.
La gobernadora justificó sus actitudes y sostuvo: "No creo en la manera violenta de hacer política". "Definamos qué es campaña sucia y qué es un insulto”, agregó.
En esa línea, agregó que la ciudadanía decidirá "si quiere que la gobierne el mismo gobierno que gobernó 28 años"."Yo creo que a la provincia le va a ir mucho mejor si gana Vidal y (Mauricio) Macri y los intendentes, porque somos un equipo", dijo la candidata a la reelección.
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