A pocos días de las elecciones primarias el intento de los gobernadores de jugar con boleta corta en una elección polarizada por el Frente de Todos y Juntos por el Cambio empieza a fracasar. Después de que en Misiones se intente llevar a todos los candidatos a diputados nacionales sin el troquelado presidencial, en Córdoba la preocupación radica en el gobernador Juan Schiaretti.
Es que el peronismo local junto a un centenar de intendentes han expresado el apoyo a la fórmula que lleva a Alberto Fernández como candidato a presidente y con la UCR ordenada detrás del PRO como no sucedió para la elección local, la lista corta de Hacemos por Córdoba puede quedar tercera después de haber obtenido 50 puntos para seguir comandando la provincia.
Pero la intención de que todos los candidatos presidenciales aparezcan solos en el cuarto oscuro fracasó y también pasó lo mismo con el intento de desarollar una app donde los cordobeses armen su propia boleta y luego de ser validada les sea enviada a su casa. La justicia electoral claramente lo prohibió porque sería un caso de voto cantado, así la Cámara Electoral expuso que se violaba el secreto del sufragio.
Así
el temor de que la diputada Adriana Nazario y el diputado Juan Brugger no renueven sus bancas en octubre y que terminen perdiendo un lugar en el congreso nacional, Schiaretti pidió con caracter de urgencia a Buenos Aires que le manden tres millones de boletas del Frente de Todos con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner según informó La Política Online.
De todos modos "el gringo" se mantiene inestable para exponer su apoyo a un candidato y si bien este pedido se habría acentuado en el encuentro con el santafesino Omar Perotti, Schiaretti sigue coquetando con Mauricio Macri tras cenar con el Presidente y Juliana Awada la última semana. Es más, el Jefe de Estado cerrará su campaña en la provincia que le otorgó la presidencia en 2015.
En contraposición el Frente de Todos hará su cierre en Rosario el próximo 7 de agosto, ubicando al centro del país como el punto de discusión geográfico para empezar a definir una elección muy reñida que promete ballotage. Pero si Schiaretti decide repartir su boleta junto a la de Alberto Fernández, el apoyo neurálgico de Córdoba a Mauricio Macri puede caer duramente.