04.02.2021 / Coronavirus

Tras el papelón del macrismo en Argentina, ahora Europa busca conseguir dosis de la Sputnik V

Después del fuerte aval en eficacia y seguridad que le dio a la vacuna desarrollada por Rusia la difusión en The Lancet, los principales países de la UE, como Alemania, Francia y España, negocian desesperadamente por garantizarse unidades del fármaco, a la espera de su inminente aprobación. En Buenos Aires, de manera insólita dirigentes de JXC siguen cuestionando al Gobierno.




Con el fuerte aval de la comunidad científica internacional mediante la publicación de la revista científica The Lancet que exhibe la eficacia superior al 91% y prácticamente la inexistencia de efectos adversos, ahora los principales países de la Unión Europea negocian con premura para conseguir la vacuna Spunitk V, desarrollada por el centro ruso Gamaleya.

La noticia trae a la Argentina repercusiones política de calibre, ya que el Gobierno de Alberto Fernández sufrió fuertes cuestionamientos de la oposición de Juntos por el Cambio por haber sido el primer país -después de Rusia- en adquirir un número importante de dosis de la Sputnik e inocular a trabajadores de la salud de todo el país, con la aprobación del Ministerio de Salud y la recomendación de Anmat antes de la publicación periodística en The Lancet. 

De hecho, diputados nacionales de JXC denunciaron penalmente al Presidente y Ginés González García por "envenamiento", al sostener que ignoraban precisiones acerca del fármaco, hecho evidente debido al secreto legal que involucran las vacunas y para cuya función están los organismo compententes. Una vez que The Lancet avaló al producto ruso, de todos modos la legisladora Mónica Frade insistió en su desconfianza

En ese contexto, en Europa parecen ser mucho más racionales que la oposición argentina. Con los problemas de abastecimiento que tienen AstraZeneca y Pfizer de fondo, Alemania, España y Francia están ciertamente "desesperados" por conseguir la Sputnik V, siempre y cuando el fármaco reciba la aprobación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), hecho que en el viejo continente dan por descontado

El presidente francés, Emmanuel Macron, sostuvo que no hay "veto" a ninguna vacuna, mientras que su canciller Jean Yves Le Drian afirmó que "las vacunas no tienen nacionalidad", al ser consultado sobre el aval científico que recibió la Sputnik V y a pesar de los conflictos que la UE tiene con Vladimir Putin por su relación con el dirigente opositor detenido acusado de cargos penales.

Por su parte, en España la flamante ministra de Sanidad, Carolina Darias, se declaró "abierta" y "entusiasta" a la idea de utilizarla si la aprueba la EMA. La líder alemana Angela Merkel, en tanto, opinó que "todas las vacunas son bienvenidas" y confió en que las "diferencias políticas" con Putin no serán un obstáculo.

De hecho, la información europea indica que incluso cuando el resto de los líderes de ese continente se negaban a avalar el fármaco de Gamaleya, Merkel llamó a Putin y envió funcionarios a negociar con el laboratorio alemán IDT para estudiar la posibilidad de que la Sputnik se fabrique en Alemania. Es que la Unión Europea exige que las vacunas sean fabricadas en el territorio propio. 

El vocero de Sanidad de la Comisión Europea, Stefan de Keersmaecker, reconoció este jueves que "el objetivo (de Europa) es garantizar que el suministro comience rápidamente el día en que la vacuna reciba luz verde de la EMA, de forma que las vacunas preproducidas puedan entregarse de inmediato".

De todos modos, un país de la UE ya se despegó de esa legislación burocrática y avanzó en un acuerdo con Rusia. Hungría, que gobierna Víctor Orban, autorizó el uso de emergencia y esta semana recibió una primera carga simbólica de 40 mil dosis.