A diez días de las PASO, el legislador bonaerense del Frente de Todos y secretario general del Sindicato de Canillitas, Omar Plaini, hizo referencias al futuro del gobierno del Frente de Todos. Valoró los cambios establecidos por el presidente Alberto Fernández y bregó por un mayor acompañamiento de la sociedad. Asimismo, manifestó sus inquietudes sobre el proyecto de flexibilización laboral que augura Juntos por el Cambio.
¿Cómo está valorando las acciones del gobierno, particularmente en lo que respecta a los cambios en los gabinetes nacional y provincial, y las medidas económicas que están anunciando?
- Hay una reacción rápida del Gobierno frente a la situación de la adhesión de precandidatos en candidatos de las PASO. En nuestra fuerza fueron a votar menos personas y sacamos menos votos. Se concibe en términos generales como una derrota pero la verdadera elección va a ser el 14 de noviembre.
Entendemos que hay muchísimos votos que no concurrieron y que hay personas enojadas con el Gobierno porque entienden que lo que se hizo no fue suficiente, pero hay un cambio en el Gobierno de contexto político vinculada con cambiar algunos ministros para darle más fuerza al Gobierno con hombres y mujeres con más experiencia y formados en el peronismo, con mucho conocimiento de la cosa pública y la territorialidad. Eso fortalece desde lo político, ahora hay que encontrar las medidas de fortalecimiento económico.
¿Cómo se proyecta la dirigencia sindical en lo que podemos considerar la segunda parte del gobierno de Alberto Fernández?
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El 11 de noviembre renovamos autoridades y eso es fundamental. Estamos trabajando en esa dirección: lo primero que tenernos que resolver, lograr
la unidad de los cuatro sectores más significativos que tiene la CGT, entre ellos el propio secretariado, el Frente Sindical y la Corriente Federal. Tuvimos gestos de unidad muy fuerte que están demostrando que el movimiento sindical se tiene que organizar para adentro. La idea es abordar un programa y sentarse la CGT con el Gobierno como un factor de poder nacional para discutir el trazado de las políticas que se lleven adelante.
¿Estima la posibilidad de un solo secretario general o una suerte de triunvirato o algo por el estilo en la conducción?
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Se hace difícil la elección de un solo secretario general en los términos en que lo hemos conocido porque hoy no aparece un liderazgo que consensue a todas las partes. Así que es posible que se repita un binomio o un triunvirato para que estén representadas todas las partes. Estamos en el terreno de las conversaciones. Es central la unidad para hacer un gran aporte al desarrollo del país que queremos, con producción, un mercado interno y empleo registrado.
Hablando de políticas de empleo y derechos laborales, ¿Qué tal mal le cayó el proyecto de Larreta vinculado con el fin de las indemnizaciones?
- Es el pensamiento neoliberal que tienen.
Ellos siempre creyeron en eso. Para ellos el mejor sindicato es el más debilitado. Claramente van en esa dirección. Y la respuesta está en la realidad: desde el 2003 al 2015 se generaron alrededor de 5 millones de puestos de trabajos nuevos, públicos y privados. Lo hicimos con la misma legislación laboral y las mismas organizaciones sindicales. Estamos convencidos que es electoralista pero sabemos que lo sienten: si pueden, lo aplicarían pero no van a poder.
¿Cómo apreció el avance relativo a la conformación del piso del cupo feminismo?
- Tenemos que poner en práctica lo que ya tenemos estatudinariamente. Hay una confusión. Quiero recordar que en el Estatuto de la CGT está la Ley 25664 y su reglamentación que es el decreto 514/03. Lo que sucede es que la CGT está organizada por representación de las distintas organizaciones confederadas. ¿Qué sucede? Las organizaciones sindícales cumplen con el cupo del 30 por ciento que dice la ley pero sucede que a la hora de convocar a una secretaría generalmente viene el sector de los hombres, pocas mujeres.
Lo que estamos planteando es modificar el estatuto y obligar a las organizaciones sindicales a que no solamente venga un representante, sino dos, y que esos dos sean un hombre y una mujer.
Volviendo a los funcionarios nacionales, ¿Cómo lo está viendo al ministro Moroni? Es otro de los que está en la cuerda floja,¿Usted le picaría el boleto?
- No soy yo quien evalúa esas cosas. Sería muy impertinente de mi parte. Primero, no discuto hombres ni mujeres. Eso es una potestad del Presidente y el problema no es un ministro o un secretario de Estado.
El tema es el proyecto: hacía donde nos encaminamos. El Presidente tiene la potestad de elegir a los mejores cuadros que él considere pero entrar en el terreno de la discusión de nombres nos hace mucho daño. Si el Presidente saca y pone funcionarios es una decisión de él.
Claro, ¿pero está conforme con la política llevada a cabo en esta área?
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Yo analizó el Gobierno, no ningún Ministerio ni funcionario. Uno de los problemas que tiene el deterioro del sistema democrático y los partidos políticos es discutir personas y no modelos, ni proyectos ni plataformas. Me parece que discutir personas es entrar en un terreno de mediocridad que bien lo puede hacer el periodismo. Los que somos hombres y mujeres formados en la militancia política no hacemos ningún aporte con esto.