
Finalmente,
Julio Conte Grand rompió con el estilo Stornelli y se presentó ante la Comisión Bicameral de Seguimiento de Actividades de Inteligencia del Congreso en esta segunda convocatoria que le habían realizado a dar explicaciones acerca de su presunto rol en la mesa judicial de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal para el espionaje ilegal y la persecución política.
Si bien negó todo involucramiento, cosa que a los legisladores que hicieron declaraciones les pareción "poco convincente",
advirtió que visitó la AFI "en más de una oportunidad" y reconoció la alusión a su persona como procurador bonaerense por parte del ex ministro de Vidal Marcelo Villegas, pero dijo no "hacerse cargo" y "prometió abrir instancias de juicios a fiscales" que resulten involucrados.
Sin embargo, dos hechos distantes respecto de la famosa reunión "Gestapo" antisindical surgen de la estadía de Conte Grand ante los legisladores pero que, en realidad, son claves para comprender sus relaciones políticas y su vínculo con el aparato de espionaje.
Es que si bien dijo que iba a la AFI, sostuvo que nunca se había reunido con espías. Y, a la vez,
"hay preguntas que no pudo responder, como por qué tenia un teléfono encriptado de la AFI", confirmó el diputado nacional del Frente de Todos, presidente de la Bicameral,
Leopoldo Moreau.
Por otra parte, el ex funcionario de Vidal que luego fue puesto por la ex gobernadora como jefe de los fiscales bonaerense, cargo político al que se niega a renunciar, se arrepintió llamativamente de su famosa foto con Macri, cosa que deja en offside a los dirigentes y militantes PRO que sostenían el encuentro no tenía nada de malo.
Moreau señaló que Cont Grand reconoció que "había sido una imprudencia que se reuniera con Mauricio Macri a almorzar, teniendo en cuenta que es un funcionario judicial y que Macri está imputado por espionaje ilegal".
Para cerrar, el legislador manifestó que "a raíz de los dichos de Conte Grand se confirma que fiscales del Ministerio Público han tenido vínculo con los servicios de inteligencia en el armado de causas" y cerró señalando que lo que "queda pendiente (es) dirimir lo que dijo el ministro, por un lado, y Conte Grand, por el otro, porque uno de los dos falta a la verdad".