27.04.2022 / Actividad compartida

“Si le tengo que dar un beso en la boca": Grabois anunció acuerdo con Grobocopatel por tierras para agricultores

En el marco de una charla que compartió con el empresario agroindustrial, el dirigente social dijo que el acuerdo implicará que “50.000 compañeros agricultores tengan la posesión perpetua" de sus tierras. "Me importa un carajo los troskos, medios troskos y más o menos troskos", afirmó.




El dirigente del Frente Patria Grande Juan Grabois y el empresario agroindustrial Gustavo Grobocopatel, compartieron una charla en la que anunciaron que llegaron a un "acuerdo" para que pequeños productores puedan acceder a trabajo y tierras de manera "perpetua", pero lo más llamativo fue cómo defendió el pacto el líder de la CTEP.

“Si yo me tengo que dar un beso en la boca con Grobocopatel, o con quien carajo sea, para que 50.000 compañeros agricultores tengan la posesión perpetua de sus tierras, lo voy a hacer”, fue la frase que eligió Grabois para defender, ante cuestionamientos que se hicieron allí mismo, en vivo, el pacto "sojero" al que llegó con un empresario cercano a la oposición.

La idea de la charla, que se realizó en la Universidad Nacional de Córdoba la semana pasa ese a que hoy tomó conocimiento público, era plantear un debate entre el empresario de la soja y el dirigente social, pero ambos sorprendieron a algunos de los presentes al anunciar que tenían un acuerdo de trabajo.

En medio de su alocución, el dirigente social aseguró que “Grobocopatel no es el señor malo" de su libro, en referencia a la publicación de su autoría "La clase peligrosa", donde virtió críticas contra el empresario respecto de los desmontes.

"Es un símbolo. El Grobocopatel actual, real, nos va a ayudar a hacer algo muy importante”, dijo Grabois sobre el acuerdo actual. En la misma línea, llegó el momento de las preguntas y un docente de la universidad salió al cruce del dirigente social, al remarcarle que sentía "vergüenza de que se legitime esa sociedad", entre ambos personajes, y que relacionar el modelo sojero con los trabajadores era hablar de "veneno y muerte".

La misma persona consultó si el objetivo de “esa sociedad” era “como el señor Grobocopatel dice, aumentar la superficie sembrada de soja, lo que es una Argentina deshabitada y sembrada de soja, con pequeños bolsones de lugares donde se va a hacer agricultura ecológica e hidroponía”.

Grabois tomó el micrófono y lo invitó a debatir al interlocutor. "¿Dónde tenés el arma para matarlo? Porque vos querés matar al modelo sojero ¿Te da la nafta?".



"Yo no tengo ninguna sociedad con nadie papá, acá hay un debate. No tengo identidad ideológica con el modelo sojero, tengo una diferencia, y diciendo vos palabritas como ´veneno` y ´muerte` no resolvés nada. Los problemas en la Argentina no se resuelven con palabras, se resuelven con acciones. Lo que se dice con el pico, se defiende con el cuero no diciendo que hay una sociedad. Acá estamos haciendo algo para cambiar esa realidad”, dijo.

En ese punto fue cuando le subió el tono a su defensa, sugirió que haría cualquier cosa por decisiones que mejoren la vida de los trabajadores y pobres, y cargó contra la izquierda. "Si yo me tengo que dar un beso en la boca con Grobocopatel, o con quien carajo sea, para que 50.000 compañeros agricultores tengan la posesión perpetua de sus tierras, lo voy a hacer. Y si le querés llamar a eso sociedad, llamale sociedad. Y a mí me importa un carajo los troskos, los medios troskos y los más o menos troskos. Porque eso se llama defender con el cuero las convicciones”, cerró.

Finalmente, afirmó que no es posible adelantar aún más información acerca del acuerdo, y advirtió: “No podemos contar mucho del Plan A. Yo espero que Grobocopatel no me traicione al final del camino. Hicimos un acuerdo, pero vamos a ver”.