
El ex ministro de Hacienda,
Hernán Lacunza, recogió el guante de lo dicho por el Gobierno nacional por haberlo acusado de ser el responsable de la corrida cambiaria en Argentina. El antiguo titular de la cartera económica disparó:
“Me acusaron de estar detrás de la última corrida por la opereta berreta de que siempre la culpa es del otro”.
La respuesta de Lacunza llega luego de que uno de los directores del Banco Central, Agustín D´Atellis, haya responsabilizado a Lacunza de impulsar “maniobras desestabilizadoras” que atentarían contra la sostenibilidad del mercado de deuda en pesos, por lo que sostuvo que el antiguo funcionario intentó “instalar la idea de default”. Algo sobre lo que también se responsabiliza a la presidenta del PRO, Patricia Bullrich. Al respecto, Lacunza opinó que estas declaraciones se dan por la “impotencia del Gobierno frente a la situación económica actual”.
De esta manera, aseguró que
“Si el Gobierno pasa dos años gastando alocadamente más de lo que recauda, financiando el déficit, emitiendo deuda, con el chamuyo de que emitir moneda no genera inflación, bueno, llegamos al 80% de inflación”. “No se puede renovar la deuda en pesos por desconfianza”, lanzó. En relación con el nivel financiero de Argentina, Lacunza además afirmó que el país está “aislado del mundo”, ya que “nadie confía en la nación y entonces no existe crédito”, de acuerdo con sus declaraciones en
Radio Rivadavia.
LOS DICHOS DESDE EL GOBIERNO
Es que el gobierno había salido al cruce de versiones interesadas que pretendieron imputarle a la empresa estatal Enarsa y al Fondo Común de Inversiones Pellegrini, del Banco Nación, la responsabilidad por haber
"desencadenado" la caída en el valor de los títulos públicos en pesos y posteriormente el alza de los dólares financieros. Eduardo Hecker, presidente del Banco Nación, y Agustín D´Atellis, flamante director del Banco Central, defendieron la gestión de los organismos públicos y el último, en particular, acusó a referentes económicos de la oposición, de intentar "
maniobras desestabilizadoras" contra la sostenibilidad del mercado de deuda en pesos y de tratar de
"instalar una hipótesis falsa de default".
El detonante del conflicto fue un informe de la consultora
Empiria, dirigida por el exministro de Economía de Cambiemos
"que se difundió casi en simultaneidad con el rescate realizado por Enarsa y en el que se consideraba la posibilidad de una reestructuración" de la deuda con vencimiento en 2024, recordó Hecker.
Los dos elementos de los que se tomó el ex ministro de María Eugenia Vidal primero, en la provincia de Buenos Aires, y de Mauricio Macri después, en el ocaso de su gestión presidencial, fueron la venta de bonos en pesos de Enarsa y la colocación de deuda en pesos a mediano plazo (vencimiento en 2024) del Tesoro Nacional a través del Ministerio de Economía. Enarsa decidió la semana pasada rescatar una inversión de cerca de $10.000 millones de bonos en pesos que tenía en el FCI Pellegrini –del Banco Nación- para contar con los fondos necesarios para la importación de gas natural licuado. Hecker explicó que el rescate de la inversión de Enarsa
"fue una operación habitual, son $10.000 millones de un fondo que maneja una cartera total de $400.000 millones".