
El presidente Alberto Fernández defendió los instrumentos del Banco Central denominados mediáticamente como "dólar-soja", después de una jornada de críticas y apoyos cruzados tanto desde la oposición como desde el oficialismo.
"Esto finalmente es una pulseada para ver si vamos a devaluar o no y nosotros no vamos a devaluar porque devaluar es empobrecer a la gente. Eso es lo que no queremos hacer, asique seguiremos peleando hasta que entienda que una vez tienen que pensar en la gente", empezó su análisis el mandatario.
Entrevistado en C5N, Fernández destacó que la medida "no está dirigida a las cerealeras" sino que "está dirigida directamente a los productores". E insistió en ese punto, tras críticas de esos sectores: "Es la primera vez en la historia que no negociamos con las cerealeras y vamos directamente a los productores".
El jefe de Estado contó que cuando los productores vendan los granos al exterior el Estado va a cobrar las retenciones que existen actualmente -33 por ciento sobre la soja- y del remanente el 70 por ciento "se lo pago al dólar oficial y el 30 por ciento de lo que ellos hayan vendido como exportación se lo pago al dólar solidario".
"Ellos pueden hacerse de dólares solidarios, es decir pueden comprar billetes de dólar solidario con ese 30 por ciento. Lo que sí están obligados es a que esos billetes vayan a una cuenta corriente, a una caja de ahorro, o a un plazo fijo del sistema financiero, no lo pueden sacar del sistema financiero y si los quieren vender están obligados a venderlos en el dólar MEP que también es un dólar oficial ¿Cuál es la idea? Que si los venden haya más oferta de dólares en el dólar MEP, baje la cotización del dólar MEP y la brecha se acerque", explicó Alberto.
En ese punto el mandatario reforzó el argumento de que la medida "no supone ninguna devaluación" y detalló que "no hizo falta ningún decreto presidencial" sino que "se resolvió con una resolución del Banco Central" a través de "una medida que solo dura 30 días".