
En el marco de una entrevista que concedió al canal de noticias TN, al presidente
Alberto Fernández lo metieron en la idea de que a
Alberto Nisman lo habían asesinado y, ante eso, el mandatario se expresó en sentido contrario y lo relacionó con
Diego Luciani, el fiscal que lleva adelante la causa de Vialidad en la que se acusa a
Cristina Fernández de Kirchner.
"Hasta acá lo que le pasó a Nisman es que se suicidó, hasta acá no se probó otra cosa. Espero que no haga algo así el fiscal Luciani”, afirmó el mandatario.
Juntos por el Cambio y el sector libertario rápidamente planteó que el fiscal no se suicidó sino fue asesinado y este mediodía presentaron una denuncia en los tribunales federales acusando al mandatario de los delitos de “amenaza y sedición”. También irán por un pedido de juicio político.
El procurador interno que dejó atado
Mauricio Macri, Eduardo Casal, se sumó también al recibir a los fiscales Luciani y
Sergio Mola para brindarles apoyo institucional y acordaron mantener el refuerzo de la seguridad. El primero de ellos hizo, previamente, un raid mediático con empresas opositoras en las que le respondió al Presidente, lo acusó de no ser republicano y de alejarse de la Constitución.
Macri, tras su silencio, reapareció en la Bolsa de Comercio para opinar sobre el tema. "Atribuyéndose cualidades de jurista que no tiene, ha violentado la Constitución una vez más”, dijo sobre Alberto.
El caso es llamativo, porque días atrás, exactamente tres, a otro fiscal, Carlos Stornelli, le preguntaron por Luciani y el valor del trabajo de los representantes del Ministerio Público Fiscal y terminó hablando de la seguridad de sus pares, como Luciani, y advirtió sobre “vueltos” que “todos los fiscales saben” que vendrán y ejemplificó con el "tiro" que recibió Nisman.
El fiscal que persiguió a CFK en los mismos expedientes que el fallecido juez Claudio Bonadio afirmó que “hay gente que deber ser protegida, más que nada todos los que promueven denuncias por corrupción como la actual”.
“Hemos visto sucesos espantosos como el de [Alberto] Nisman, la muerte de testigos en el pasado, mensajes encubiertos y mafiosos, pintadas en las calles. Yo he padecido un modus operandi similar al que vive el fiscal. Desde escraches hasta guardias fuera de mi casa y bombas vacías”, dijo.
Luego le preguntaron sobre sus percepciones acerca del valor del rol de los fiscales y, tras una pequeña intervención sobre ese punto, comenzó a hablar sobre la falta de protección que existiría y trazó una comparación implícita entre Luciani y el ex fiscal del caso AMIA:
“Siendo una país con instituciones débiles, ser un buen fiscal tiene momentos amargos. Todos nosotros sabemos que van a venir los vueltos. Esperemos no sea un tiro como con Nisman”.