
Como dicen las nuevas generaciones,
Patricia Bullrich la picó y se volvió a desatar la interna del PRO adentro de la interna de Juntos por el Cambio. También como dijo
Cristina Kirchner, parecen pelearse por
"quién odia y le pega más al peronismo". Es que
luego de las declaraciones de la ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri y las respuestas de todo el larretismo, los dos principales funcionarios porteños que se encargaron del esquema de seguridad que derivó en escándalo el sábado salieron a imitar el tono de "Pato", defendieron a la policía porteña y amenazaron con más represión de ser necesario.
El jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires,
Felipe Miguel,
defendió a la Policía de la Ciudad, al juzgar que actuó
"con mucha responsabilidad y firmeza" y "de manera muy profesional". Incluso, defendió a las vallas como "herramienta".
"Las vallas son una herramienta más. Quien siente que una valla es una provocación es un violento. Es alguien que no acepta un límite", enfatizó Miguel entrevista en Urbana Play.
Por su parte, al ministro de Seguridad de
Horacio Rodríguez Larreta le tocó ser la voz amenazante.
"No me va a temblar el pulso para usar la fuerza pública cuando tenga que hacerlo para recuperar la paz social", dijo
Marcelo D´Alessandro, sobre quien pesaron rumores de renuncia, para advertir que puede hacer lo que pide Bullrich.
Según el funcionario PRO, lo que hicieron con las vallas "fue poner un límite al avance sobre el espacio público que tenían sitiado y a los vecinos presos de una violencia constante: rompieron edificios, coches y mobiliario de la ciudad". Nada de eso fue corroborado fehacientemente.
Además, D´Alessandro dijo que había "barrabravas" y, consultado acerca de esa denuncia, dijo que es "información" que están "poniendo a disposición de la Justicia" y lo argumentó señalando que "son fáciles (de identificar) por la actitud que uno ve cuando se ponen en cuero adelante de las vallas".
Pese a los videos y audios en que se ve cómo lo empujan, pechean, corren e insultan,
negó que a Máximo Kirchner le hayan realizado alguna de estas acciones oficiales de la fuerza que él conduce, y, en cambio, dijo que el diputado nacional y el grupo que lo acompañaba quiso "avasallar a la Policía".
Finalmente, dijo que "en ningún momento" la Policía de la Ciudad abandonó la zona, como lo chicaneó Bullrich, y que, en cambio, "por cuestiones tácticas, se repliegan, se reordenan y apostamos el diálogo".
Y en ese punto dejó la amenaza de represión: "No me va a temblar el pulso para usar la fuerza pública cuando tenga que hacerlo para recuperar la paz social. Pero nuestra responsabilidad como funcionarios y como argentino es agotar todas las instancias de diálogo antes de esta medida. Lo que hacemos siempre es darle la posibilidad de entrar en razones. Lamentablemente hay sectores que no lo hacen y otros que sí. La Policía no se fue. La infantería está a 100 metros y va a seguir ahí para mantener la paz social en el barrio".