17.11.2022 / Interna en Juntos por el Cambio

Macri viaja al Mundial Qatar 2022 y les deja el boleto picado a Larreta y JXC por un mes

El ex presidente se va a Qatar a ver el Mundial este viernes, amarrado a su cargo como titular de la Fundación FIFA y, tal vez, con algún objetivo financiero extra. Mientras, le sigue marcando que su "ciclo no terminó" a Larreta, quien insiste con pelearle en las PASO. En medio, disputa por el amor radical.




Qué horas las de Juntos por el Cambio. En el Frente de Todos existen disputas políticas también pero atravesadas por la complejidad de la gestión pública, en el peor de los tiempos posibles y, hay que decirlo, en un momento en que los "melones" parecen empezar a ordenarse detrás del liderazgo de Cristina Kirchner. Pero en la principal coalición opositora están todas las de ganar dadas, a excepción de los intereses personales políticos de los múltiples caciques.

En ese tren aparece principalmente la disputa intra PRO entre Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Y el ex presidente se configura, aunque por sólo unos milímetros, en ventaja frente a la postura "dialoguista" del jefe de Gobierno porteño y la radicalización menos convocante de la ex ministra de Seguridad. 

Así las cosas y como anticipó Política Argentina hace 10 días, Macri no se preocupa tanto y viaja este viernes al mediodía a Qatar para presenciar completo el mundial, en calidad de su cargo como titular de la Fundación FIFA. 

Se sabe que Macri tiene una relación muy cercana y pasional con el mundo del fútbol. Siempre construye metáforas para intentar explicar ideas a través del deporte y, así, estaría muy preocupado por el destino de la Selección en el Mundial

De hecho, esta semana le concedió una entrevista con TN en la que hizo un análisis de los combinados nacionales que considera candidatos y, entre otras, describió la fortaleza de Alemania como aquella de una "raza superior”. Es tan obvio por qué el concepto es asociable al nazismo que hasta Javier Milei lo cuestionó en redes sociales. Más evidente se hizo el choque que el propio ex mandatario, poco amigo de las autocríticas, pidió disculpas por su frase “desacertada”.

Dos aspectos se abren hacia atrás y hacia adelante con el viaje mundialista de Macri: la estrategia del ex presidente de disputar principalmente con el que se configura como su rival interno más fuerte, Larreta, a la vez que tejer alianzas con algunos sectores de los socios radicales; y la posibilidad de que su estadía en Qatar le sirva, como supo sembrar en el pasado, para atraer algo de financimiento político internacional. 


PLATA

En el entorno de Macri acostumbran a filtrar muchos aspectos de su personalidad. Uno de ellos es su avaricia. Conocido es que Diego Armando Maradona lo apodó "Cartonero Báez" cuando compartían estadía en Boca Juniors. También tuvo inconvenientes por el mismo rasgo con Juan Román Riquelme, que era el mejor futbolista de la Argentina allá por 2001 pero el líder PRO no quería aumentarle el salario, hecho que provocó el mundialmente famoso festejo Topo Giggio

En ese marco, la información que surge de entrañas macristas es que Macri le confesó al emir qatarí, Tamin bin Hamad al Thani, con quien tiene relación gracias al ex tenista Gastón Gaudio, que quiere volver a ser presidente, pero esta vez "además quiere ser jefe". 

¿Qué significa eso? Que buscará fondos de campaña en Qatar, o sea fuera del país. Lograr recursos extranjeros le ahorraría a Macri "socios" locales que, si volviera a Casa Rosada, le "cobrarían" luego sus aportes con medidas teledirigidas.  "No quiere deberle nada a Héctor Magneto o Paolo Rocca", graficaron fuentes cercanas.


INTERNA: LARRETA Y LOS RADICALES, EN LA MIRA DEL "CALABRÉS"



Exactamente dos días antes de su viaje al mundial, Macri estuvo en Corrientes para presentar "Para qué", su segundo libro, aquel que le sirve para alimentar las dudas acerca de si quiere apretar hasta último momento para condicionar medidas y elegir aspirantes y funcionarios, o si en realidad va por su "Segundo tiempo" - como su primera publicación - en la Casa Rosada

En Corrientes, Macri reforzó lo que viene diciendo desde hace días, pero le dio una vuelta más. "No me bajo ni me subo”, insistió sobre la posibilidad de ser candidato presidencial. Incluso habló de su propio ciclo político: “El ciclo mío no terminó, eso seguro”.

"Estoy haciendo un montón de cosas, solo que hoy no tengo claro que el mejor rol para mi sea volver a ser presidente. Creo que tal vez, para lo que la Argentina necesita hoy, más importante es concentrarse en las ideas”, dijo, y agregó que "el año que viene se verá quién", pero "debe surgir de una clara competencia”.

No sólo así le marcó el rumbo a Larreta, sino que además lo hizo con consignas políticas. "La Argentina no puede ir a un programa de populismo light. Los argentinos hoy gritan queremos más libertad, más cambio, no menos. Y la verdad es que nosotros somos el cambio o no somos nada”, remarcó en el auditorio “Julian Zini” del nuevo centro administrativo de Corrientes, frente al puente Belgrano, casi en la ribera del Río Paraná.

Según su biógrafa, Laura Di Marco, Macri se inspira en ideas del politólogo Andrés Malamud para evaluar parte de JXC fue "secuestrada" por el populismo. La teoría del "calabrés" es que "el 70% del radicalismo es populista, que contagió al 30% de Pro, que es Rodríguez Larreta", cosa que además de configurar al alcalde porteño "como populista" lo interpreta "minoritario". Reflexiona que, en cambio, "el 70% de Pro es macrista", y que a partir de esa base debe "marcar la agenda de esa alianza y que la próxima coalición no sea populista sino ajustador".



Esto sucede nada más y nada menos de que, hace días, el propio Macri encabezara en CABA dos encuentros para bajar hostilidades internas entre la presidenta del partido, Patricia Bullrich, y el jefe de Gobierno porteño, a quien Macri le pica el boleto. 

Larreta responde, a su modo. Esta mañana afirmó que "Macri no es el dueño de los votos" del PRO ni de JXC, y remarcó que "la mejor manera de definir los candidatos son las PASO". 

“Puedo enfrentar a cualquiera en una interna. A Macri o a cualquier otro”, dijo Larreta en una entrevista reciente, en un tono en que se nota que pone en foco al ex presidente y ningunea a Bullrich. Según Di Marco, en el entorno del ex mandatario lo sobran: “Y, bueno, si Horacio quiere perder, que entre en la cancha”.

Las diferencias entre Macri y Larreta no se ven sólo en sus disparos cruzados, si no también en cómo se vinculan con sus socios radicales. Por ejemplo, antes de viajar a Qatar, el ex presidente recorrió Corrientes y se mostró con el gobernador morado Gustavo Valdés.

Valdés, hace unos meses sonaba como compañero de fórmula de Larreta, quien incluso blanqueó en on la posibilidad de que eso pase, pero últimamente decidió despegarse un poco y recibe a quien quiera ir a su provincia. Tiene la ventaja de que no reelije en 2023. 



Entre Goya y la capital correntina, Macri definió al gobernador Valdés como un dirigente “de lujo”. El heredero del clan Colombi le devolvió la pared, hay que decirlo. 

Es que Valdés tiene sus diferencias con la conducción nacional radical, referenciada en Gerardo Morales, con quien Macri tiene una muy mala relación. Vale decir que, en realidad, no existen espacios morados donde, fuera de micrófono, quieran al líder del PRO. Otra cosa son algunos dirigentes, aislados y de escasa raigambre militante.

No sólo Macri ya se peleó infinidad de veces con Morales sino que también lo hizo con Facundo Manes. En cambio, sí se lleva bien con Alfredo Cornejo, a quien en ambientes internos llaman el "radical amarillo". Algunos hasta mencionaronn al mendocino como un posible segundo del ex presidente o de Bullrich. En la provincia cuyana no quieren hablar del tema todavía. 

Valdés es más un comodín con buena imagen que, a los ojos de Macri tiene la ventaja de, por ejemplo, haber pegado el faltazo al acto organizado por Morales en Costa Salguero, donde el jujeño castigó al ex presidente. El gobernador correntino, dicen, piensa que su correligionario usa el partido para beneficio personal. 

En la interna entre Morales y Manes para ser presidenciables, Valdés apoya al neurocientífico, a quien el jujeño y Martín Lousteau no defendieron cuando el "Cerebro" acusó a Macri de haber espiado a sus propios dirigentes durante su gobierno, siempre desde aparatos estatales y paraestatales ilegales. 

Así las cosas, las eventuales alianzas a tener entre amarillos y radicales son múltiples. A Macri lo atraen Valdés y Cornejo, pero también Martín Tetaz, Fabio Quetglas, Carolina Losada, Rodrigo de Loredo y Alejandro Cacace. Son los más radicalizados, claro.