14.06.2024 / Economía

Milei festeja la baja de inflación, pero "no ve" la pobreza, el desempleo y la recesión

El gobierno libertario celebra que en mayo hubo una fuerte desaceleración de precios, pese a que la inflación acumulada desde diciembre de 2023 supera los 115 puntos. No obstante, lo grave es que subió la pobreza hasta el 50%, la recesión es profunda y el desempleo escala.





Ayer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó que la inflación en mayo se ubicó en 4,2%, el Gobierno libertario rápidamente salió a festejar pero evitó fijarse que hay un 115,6% de suba de precios desde que comenzó la gestión. Mientras el presidente Javier Milei festeja y suma otra gira internacional la pobreza alcanza el 50%, crece el desempleo y la recesión se profundiza. ¿Todavía no la ven?

Este jueves el Indec dio a conocer que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en mayo continuó su tendencia descendente hacia el 4,2% y marcó la cifra más baja desde febrero de 2022, cuando se ubicó en 4,7%. Mientras que la inflación interanual se ubicó en el 276,4%. Es que si bien la inflación mensual continúa a la baja en los primeros cinco meses del 2024 gracias a las fuertes políticas de ajuste, la suba de precios acumula un 71,9%, una mejora respecto a cifras anteriores pero todavía un desafío para la administración de Luis Caputo.

Si se busca calcular la verdadera inflación acumulada desde que inició la administración libertaria, el 10 de diciembre de 2023, y mesurar así el verdadero impacto de sus decisiones, incluida la devaluación del 11 de ese mes, con el 25,5 que midió, el número alcanza el 115,6%.

Pero mientras la inflación desciende, la pobreza, el desempleo y la caída del consumo están en alza. Con el último dato sobre la variación del costo de la Canasta Básica Total y Alimentaria, el departamento de economía de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) estimó que la pobreza promedio del semestre diciembre - mayo, es decir de la gestión libertaria, alcanzó casi el 50% de la población. 

De acuerdo al último informe del Indec, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) -utilizada para medir la indigencia- fue de 3,7%, mientras que la de la canasta básica total (CBT), utilizada para medir la pobreza, fue de 2,8%. Ambas acumulan variaciones interanuales del 290,7%. Por lo que, de acuerdo al Indec una familia integrada por cuatro personas necesitó reunir en mayo 851.000 pesos para no caer bajo la línea de pobreza.

Con estos datos, el departamento de economía de la UTDT actualizó su proyección de pobreza en el país que La Libertad Avanza no quiere ver. “Se estima una tasa de pobreza de 49,7% para el semestre que va de diciembre (2023) a mayo (2024). La incidencia proyectada es un promedio ponderado de una tasa de pobreza de 45,2% para diciembre de 2023, un 51,8% para el primer trimestre de 2024 y 48.7% para el bimestre abril-mayo de 2024. Esta proyección sugiere que alrededor del 50% de las personas viven en hogares urbanos pobres, lo que implica que alrededor de 14,5 millones viven en hogares urbanos pobres”, sostiene el último informe de la UTDT.

Mientras que según estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), la pobreza alcanzó al 55% de la población y la indigencia al 18% en el primer trimestre del año. Agustín Salvia, director del ODSA-UCA cosideró en diálogo con Infobae: “El mayor problema ahora tiene que ver con la indigencia, porque la duplicación de la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar y el plan de los 1.000 días es una compensación al aumento de la inflación y en un contexto de caída del nivel de actividad y de mucha recesión los sectores informales, los cuentapropistas, autónomos y pequeñas empresas familiares o microemprendedores locales ven reducido su nivel de trabajo y la cantidad de horas trabajadas, lo cual baja su remuneración”.

Estos niveles probablemente hayan sido quizás los más graves y hacia adelante, una eventual mayor caída de la inflación haría que devenga un proceso de mejora junto a una recuperación de la actividad. Es más fácil que bajen los niveles de pobreza que los de indigencia en ese contexto, aunque llegar a los niveles que teníamos antes de la devaluación es todavía una meta bastante distante”, proyectó Salvia quien alertó que, si con la recesión se produce un shock de desempleo por el cierre de establecimientos de pequeñas y medianas empresas, se agravarían tanto la pobreza como la indigencia.

Es que mientras crece la pobreza crece el desempleo. El Banco Centra informó que en el primer trimestre del año dejaron de tener actividad casi 275.000 cuentas sueldo en el sistema financiero argentino, es decir, entre el 2 y el 3% del total de cuentas bancarias destinadas a la acreditación de salarios dejaron de funcionar. Esto se relaciona estrictamente con la pérdida de puestos de trabajo. Cabe resaltar que las cuentas sueldo representan únicamente el empleo formal en relación de dependencia.
Para la consultora Equilibra, según su último reporte, en el primer trimestre de este año se perdió el 1,4% de los puestos de trabajo totales, que incluye además del empleo formal (público y privado), los asalariados en negro y los no asalariados (monotributistas, autónomos, etc). Es decir, se perdieron 240.000 puestos de trabajo, una caída que no ocurría desde 2020 en el momento más crítico de la cuarentena decretada en la pandemia de coronavirus. 
CAÍDA DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA Y PROYECTAN MÁS RECESIÓN

Si bien las cifras de mayo se darán a conocer por el Indec la próxima semana, el organismo dió a conocer las fuertes caídas en la actividad económica en abril cuando la industria cayó un 16,6% y la construcción, un 37%.

El sector de la construcción mantuvo la tendencia negativa en el cuarto mes del año. Según datos publicados por el Indec, el Indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) se contrajo 37,2% en abril, en comparación con el mismo mes del año pasado. Así, el acumulado del primer cuatrimestre muestra una baja del 32%.

Las cifras se dan principalmente en la caída de los principales materiales del sector. El informe mostró, por ejemplo, una fuerte caída del 60,6% en las ventas de asfalto (material principalmente asociado a la obra pública), contracción en la demanda de hierro redondo (-57,5%), mosaicos graníticos y calcáreos (-54,4%), artículos sanitarios de cerámica (-48,1%) y hormigón elaborado (-46,8%), entre otros insumos. Además, el Indec informó que hubo una caída del 15,7% en el número total de trabajadores durante el mes de marzo (se contabilizaron 391.637 en total). En el segundo, se midió una fuerte reducción del 37,9%, con 911.576 m2 autorizados en el tercer mes de este año.

En el cuarto mes del año, el índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) de abril registró una caída de 16,6% respecto a igual mes de 2023. Así, el acumulado del primer cuatrimestre de 2024 presenta una disminución de 15,4%.  En orden a su incidencia en el nivel general, se registraron disminuciones en “Alimentos y bebidas”, 9%; “Maquinaria y equipo”, 29%; “Productos minerales no metálicos”, 35,2%; “Industrias metálicas básicas”, 19,3%; “Sustancias y productos químicos”, 10,2% y “Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras”, 35%.

También se desplomaron los rubros de “Otros equipos, aparatos e instrumentos”, 35,5%; “Madera, papel, edición e impresión”, 13,7%; “Productos de caucho y plástico”, 22,9%; “Productos de metal”, 18,9%; “Prendas de vestir, cuero y calzado”, 15,4%; “Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes”, 13,6%; “Productos textiles”, 26,2%; “Productos de tabaco”, 26,0%; “Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear”, 3,3%; y “Otro equipo de transporte”, 4,7%.

En este contexto de derrumbe de la actividad económica, el Banco Mundial fue durísimo y estimó que este año Argentina será la economía latinoamericana con mayor contracción de su PBI, con una recesión del 3,5%.

El informe de “Perspectiva económica mundial” indicó que “las previsiones de crecimiento para 2024 se han revisado a la baja desde enero, principalmente debido a una marcada rebaja para Argentina, que ahora se prevé que se contraiga este año antes de reanudar el crecimiento el año próximo”. “La economía argentina se contraerá notablemente, un 3,5% en 2024, aunque repuntará un 5% en 2025″, estimaron.

En enero el Banco Mundial tenía una visión muy diferente, había calculado que el país crecería este año 2,7%; en cambio, en abril último difundió una caída del -2,8%, que ahora se profundizó hasta el -3,5%. “En Argentina, los datos recientes indican que la producción sigue disminuyendo, excepto en la agricultura”, detalló el informe.