El ex ministro de Economía del menemismo y de De La Rúa, Domingo Cavallo, le recomendó al gobierno acumular reservas propias porque “beneficiará a la estabilidad y al crecimiento”. El ex funcionario volvió a publicar un artículo deslizando cuestionamientos hacia el programa económico de Javier Milei, a pesar de haber sido fustigado por opiniones anteriores.
Según informó Noticias Argentinas, Cavallo destacó que la acumulación de reservas es fundamental para “pagar sin inconvenientes las importaciones y afrontarse sin demoras los pagos de servicios de la deuda” y afirmó que se necesitan “muchas más reservas en la medida que la economía pretenda re monetizarse, no sólo en la moneda local sino también en dólares”.
En un artículo de opinión publicado en su blog, describió la economía argentina como “fuertemente endeudada en monedas extranjeras y que prácticamente no tienen crédito externo”, lo que hace necesaria la tenencia de reservas externas a pesar de contar con una moneda de curso legal con cotización libre y flotante.
Al abordar el tema de los “dólares en el ‘colchón’”, sostuvo que para el “buen funcionamiento de un sistema que vehiculice el ahorro a la inversión” es imprescindible que “el remanente no gastado de esos ahorros pueda dejar de estar en infracción y sea depositado en el sistema financiero”.
Asimismo, advirtió que la intermediación financiera con encaje fraccionario en dólares “necesita contar con mecanismos de provisión de liquidez para evitar corridas desestabilizadoras contra los depósitos” y consideró que la eliminación de las regulaciones restrictivas que impiden la expansión múltiple del crédito bancario en dólares es condición necesaria para re monetizar al nivel deseado.
Según su análisis, los depósitos bancarios totales, tanto en pesos como en dólares, ascienden a “sólo a US$ 105 mil millones equivalentes, lo que representa apenas el 17% del PBI”, muy por debajo de los países vecinos y de la etapa de convertibilidad en Argentina. Por eso, concluyó que “un buen nivel de reservas propias permitirá reducir las tasas de interés, eliminar la expectativa de devaluaciones futuras por un tipo de cambio atrasado y minimizar los riesgos de inestabilidad cambiaria y financiera”.