La crisis energética que golpea al país tuvo su detonante esta semana, cuando la combinación de una ola polar sin precedentes y un sistema debilitado dejó sin gas y sin luz a miles de usuarios. Aunque las bajas temperaturas registradas en la Patagonia y el centro del país fueron extremas, referentes del sector aseguran que la verdadera causa fue la parálisis de obras estratégicas y la desidia oficial.
En este marco, figuras de gran relevancia en el área de energía en gestiones anteriores, como Agustín Gerez, extitular de Enarsa; y Flavia Royón, del Partido de Identidad Salteña y exsecretaria de Energía, apuntaron al Gobierno como responsable directo del colapso.
Hasta el momento, en el Área Metropolitana de Buenos Aires, más de 100.000 usuarios de Edesur sufrieron cortes eléctricos por falta de combustible para generación térmica. Mientras tanto, Mar del Plata se convirtió en el epicentro de la emergencia: la caída de presión en las redes de gas dejó a la ciudad casi paralizada desde el martes. El consumo récord, que superó los 100 millones de metros cúbicos diarios, desbordó al sistema, con temperaturas que alcanzaron los -10°C en los alrededores y -2°C en el centro urbano.
Las autoridades locales reaccionaron con medidas de emergencia. Se suspendieron las clases en todos los niveles, cerraron cafés, restaurantes y centros deportivos, y se ordenó el corte total tanto de GNC como del gas a grandes consumidores, entre ellos, shoppings y parques industriales. A nivel nacional, la Secretaría de Energía determinó la interrupción del suministro a estaciones de GNC y a industrias para priorizar hogares, hospitales y escuelas. Aunque las clases y la actividad gastronómica comenzarían a normalizarse en la ciudad balnearia, todavía no se confirmó si el restablecimiento completo del servicio se se concretará este viernes por la tarde.
EL GOBIERNO DE MILEI, PRINCIPAL GESTOR DE LA CRISIS
1) Paralización de la planta compresora
Una de las explicaciones más señaladas por el colapso energético es la detención de las obras de la planta compresora de Las Armas. El secretario general del PJ marplatense, Daniel García, fue contundente: “El principal problema fue que se paralizó la obra de la Planta Compresora en la localidad de Las Armas. Y estamos viviendo las consecuencias”.
En sintonía, el extitular de Enarsa, Agustín Gerez, señaló que la planta, con un 80% de avance, podría haber evitado el colapso en Mar del Plata. “Bienvenidos al país de la motosierra de la casta. La situación de Mar del Plata tiene que ver con el recorte a la obra pública, la planta compresora ubicada en Las Armas. Acá están las consecuencias”, ironizó Gerez.
El último también vinculó los cortes de gas con los recientes apagones eléctricos en Rosario y Córdoba: “Son 10 provincias que le cortan el suministro de GNC. En febrero y marzo de este año, hubo cortes masivos de luz en Rosario y gran parte de Córdoba”. A su entender, el problema no está en Vaca Muerta, donde, según afirmó, la producción sigue estable desde 2012, sino en la falta de contratos y presupuestos impulsados por el Gobierno.
2) Desinversión en la empresa Camuzzi
Otra arista de la crisis es la desinversión de Camuzzi Gas. Ezequiel Serra, titular del gremio de los Trabajadores de la Industria del Gas de la Costa, denunció que "dejó de ser una empresa de servicio esencial y se transformó en una financiera”. Según detalló, los retiros voluntarios tras la pandemia redujeron el plantel y afectaron la capacidad operativa de la distribuidora. Durante la gestión mileísta, no se volvió la mirada sobre la compañía y los problemas comenzaron a acumularse. Gerez sumó que la empresa reconoce la falta de presión en los caños como origen de la crisis: “Eso hace la planta compresora, generar presión necesaria en los últimos tramos para que el gas llegue a hogares e industrias de las localidades”.
3) Abandono de la reversión del Gasoducto Norte
El avance lento y los retrasos en la reversión del Gasoducto Norte completan el diagnóstico de la crisis. Gerez recordó: “Dejamos en marcha la reversión (de dicha obra). La única obra de infraestructura que el Gobierno inauguró pero nunca terminó, hubiera morigerado sensiblemente este cuadro de situación”. La obra incluye el tendido de 123 kilómetros entre Tío Pujio y La Carlota, la ampliación del Gasoducto Norte y la reversión en plantas compresoras clave.
La exfuncionaria de la administración albertista Flavia Royón coincidió en la crítica y señaló: “Todavía no se arrancó la segunda etapa del gasoducto, que mejoraría la situación. Lo mismo con las estaciones compresoras de la reversión hacia el norte del país". Sin embargo, a pesar de considerar que la producción en Vaca Muerta presentó irregularidades en el último tiempo, su actividad creciente tendría que haber sido suficiente para prever una crisis. "Deberíamos estar en mejor situación porque tenemos gas en Vaca Muerta y obras de infra que podrían estar terminadas”, clamó.
4) Falta de planificación energética
Por último, tanto Gerez como Royón subrayaron que el principal déficit es la falta de planificación integral. “La falta de planificación por todo el equipo económico y energético es brutal. Va a volver a pasar en el verano porque no tenés planificación de nueva generación”, advirtió Gerez, y agregó que, actualmente, se osberva "un Estado que no planifica y que además quita 1.200 mil usuarios del subsidio de zona fría o libera los precios de las garrafas. Una situación de insensibilidad absoluta del padecimiento de la gente”.
Royón también insistió en la necesidad de una estrategia anticipada. “Esto es previsible. Lo primero es planificación. Lo segundo es que hay que diferenciar los cortes que hay, cortes que sí se pueden dar porque son contratos interrumpibles y cortes que no porque son prioritarios, como hogares, escuelas, hospitales”.