07.07.2025 / ECONOMÍA

"Se pueden colapsar": sl auditor del FMI apuntó contra Caputo y alertó qué ásaría "si no se juntan reservas”

El auditor Max Alier elevó a Washington un informe demoledor sobre la economía de Milei; advierte desvíos en metas fiscales y riesgo de estallido cambiario mientras daza suplica dólares en EEUU.






El economista Max Alier, responsable de la oficina argentina del Fondo Monetario, envió a la sede central un reporte que dinamita la narrativa oficial. Según el documento, el Gobierno se apartó de las metas de déficit y acumulación de reservas pactadas en marzo y, de seguir la sangría, “los fondos comunes de inversión Money Market podrían dejar de demandar Lecaps” y eso “podría colapsar las bandas del dólar”. El texto, reservado bajo llave en el FMI, describe desequilibrios monetarios crecientes y exige subir tasas, contrariando el libreto libertario de “remonetizar” la economía.

Según detalló LPO, el diagnóstico sacudió la misión que visitó Buenos Aires la semana pasada y explica el mutismo del organismo sobre la revisión del 13 de junio. En paralelo, Caputo se refugió en su despacho y delegó la supervivencia del programa en su vice José Luis Daza, que transita pasillos de Washington y Nueva York en busca de los USD 2.000 millones trabados por el FMI y los USD 5.000 millones prometidos por el Tesoro de Scott Bessent. “Está recluido y se la pasa dándole órdenes a Daza”, graficó una fuente de Economía.

El informe puntualiza que, tras el retiro de las Lefis y la escasa absorción de pesos con Bopreal, crece la presión sobre el tipo de cambio. La reciente licitación de esos bonos fracasó pese a la tasa alta y al dólar caro: el mercado desconfía y la prima de riesgo voló a 700 puntos, lejos de los 550 que proyectaba el acuerdo. Además, el déficit de cuenta corriente escaló al 2,1 % del PBI y la meta de reservas luce desfasada en USD 6.000 millones.

Con el staff del Fondo a punto de entrar en largas vacaciones, Daza acelera reuniones en el mítico Harry’s y choca contra la impaciencia de Wall Street. Un mandamás de un fondo le espetó: “Justo ahora me venís a ver, habíamos quedado que llegaban holgados”. El malestar se agrava por la ruptura de Milei con gobernadores aliados y la perspectiva de que avance el aumento de jubilaciones y los fondos para universidades, medidas que pondrían en jaque la disciplina fiscal.

El mensaje desde el FMI resultó quirúrgico: si entre octubre y fin de año no se privatizan al menos 20 empresas públicas, el apoyo político al experimento libertario empezará a resquebrajarse. Mientras tanto, los números pintan un rojo cada vez más profundo y el riesgo de derrumbe de las bandas cambiarias deja al gobierno pendiendo de un hilo de dólares que, por ahora, nadie quiere soltar.