23.07.2025 / BAJA EN EL CONSUMO

Grave declive en el sector indumentaria: entre mayo y junio, las ventas cayeron un 7,7%

El retroceso interanual marcó un freno a la recuperación de la primera parte del año. Aumentan los sobrestocks, caen las expectativas y se profundizan los despidos en el sector.





Luego de un inicio de año en el que parecía revertirse la tendencia negativa, el sector de la indumentaria volvió a encender alarmas: por el retroceso que se observó durante el tercer bimestre de 2025, principalmente entre mayo y junio, cuando las ventas cayeron un 7,7% interanual. Así lo advirtió la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) a través de un relevamiento, en el que se destaca que la leve recuperación que había comenzado a asomar desde fines de 2024 dio marcha atrás, y las empresas que reportan bajas en sus ventas volvieron a superar a las que registraron subas.

El golpe comercial tuvo su correlato inmediato, entre otros factores, en la gestión laboral. En ese mismo período, el 24% de las empresas experimentó bajas de personal por jubilaciones o renuncias no reemplazadas, mientras que un 18% directamente despidió personal. El dato representa un aumento de 5 puntos respecto al bimestre anterior, y confirma un patrón de ajuste que, lejos de atenuarse, se intensifica con el correr de los meses.



La falta de demanda se consolidó como el principal problema del sector, mencionado por el 77% de las compañías consultadas. A esto se suma la imposibilidad de trasladar costos a los precios finales: el 58% de las firmas reconoció que no logró ajustar sus precios para compensar el aumento de sus costos operativos. En paralelo, la apertura de importaciones y la baja de aranceles generan una competencia directa que presiona sobre los márgenes de rentabilidad locales.



Como consecuencia de este combo, creció también la preocupación por la acumulación de stock. El 35% de las empresas percibe que mantiene inventarios por encima del nivel de ventas, un aumento significativo frente al 24% que señalaba lo mismo en el bimestre previo. En un sector caracterizado por su dinamismo estacional, ese sobrestock implica una carga económica adicional que agrava el panorama. 

Las expectativas hacia el futuro inmediato tampoco son alentadoras. Solo el 14,5% de los empresarios espera una mejora en las ventas en el corto plazo. Por el contrario, el 60% prevé que la situación se mantendrá sin cambios, y un 25,8% anticipa una nueva caída en los próximos tres meses.