
Luego de los reproches cruzados entre el presidente
Javier Milei y
Victoria Villarruel, el vocero presidencial Manuel Adorni aseguró que la vicepresidenta “ya no forma parte del proyecto” de Gobierno de La Libertad Avanza. La declaración llegó después de que el jefe de Estado volviera a calificar a su compañera de fórmula como una “bruta traidora” durante la Derecha Fest, y terminó de confirmar la ruptura definitiva entre ambos.
“El Presidente considera que no es parte de la gestión desde hace muchísimo tiempo”, dijo el portavoz al ser consultado sobre el vínculo entre ambos mandatarios. “No es parte del proyecto, no es parte del norte, no es parte del día a día”, insistió Adorni.
La tensión se reavivó luego de que Villarruel habilitara la sesión en la Cámara Alta en la que se aprobaron proyectos claves en materia previsional y de discapacidad, dos iniciativas que desde el Ejecutivo entienden como una amenaza directa a su plan de ajuste fiscal. Para la Casa Rosada, esa jugada fue una señal clara de traición y, por consecuencia, de ruptura definitiva.
La sesión también provocó duros cuestionamientos desde el ala más dura del oficialismo. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, acusó a Villarruel de “jugar con el kirchnerismo” y habilitar un debate irregular “porque no la llaman seguido desde Casa Rosada”. El cruce terminó de empujar a la vicepresidenta fuera del círculo de confianza del Presidente.
En ese marco, la respuesta de Villarruel no tardó en llegar. A través de sus redes sociales, le respondió filosa a Bullrich: “La democracia fue denigrada cuando personas que integraron organizaciones terroristas, como en su caso, manejaron durante décadas el destino del país”. La confrontación evidenció que ya no hay espacio para la reconciliación interna.
Pese a la profundidad del conflicto, Adorni buscó relativizar el impacto político de la crisis en la gestión diaria. “Hace un año que gobernamos con resultados bastante prominentes”, aseguró, y añadió que se trataba de “cuestiones propias de la dinámica del Gobierno” a las que, en su opinión, se les asignaba un peso sobredimensionado.
Sin embargo, la ruptura estaba prevista desde que Villarruel lanzó fuertes cuestionamientos hacia Javier Milei, en las que denotó su desacuerdo con el rumbo del Gobierno y defendiendo su accionar en el Senado. “Un jubilado no puede esperar y un discapacitado menos. Que ahorre en viajes y en la SIDE y listo”, escribió, en alusión al programa de ajuste fiscal.
Además, respondió a las acusaciones de “traición” que circularon desde el oficialismo con una frase directa: “Es el presidente quien no debe traicionar lo que dijo, porque si lo hace los demás debemos marcárselo”. Y apuntó contra el trato personal del mandatario: “¿Un Presidente que no puede ni saludar a la persona con la que llegó al poder? yo la educación no la pierdo nunca”.