06.08.2025 / Sociedad

Las fuerzas de seguridad reprimieron una vez más a trabajadores y jubilados que se manifestaron frente al Congreso

Jubilados, trabajadores estatales, científicos, docentes y personal de la salud fueron víctimas de una violenta represión en pleno centro porteño. La jornada comenzó desde temprano con columnas que se fueron concentrando frente al Palacio Legislativo en rechazo al ajuste y al desmantelamiento del Estado.





Una nueva jornada de protesta social frente al Congreso terminó este miércoles en un operativo represivo por parte de las fuerzas de seguridad. A medida que se debatía en la Cámara de Diputados, en las calles se desplegaba un megaoperativo policial que avanzó con gases lacrimógenos, camiones hidrantes y balas de goma contra manifestantes de diversos sectores.

Jubilados, trabajadores estatales, científicos, docentes y personal de la salud fueron víctimas de una represión que dejó imágenes de alto impacto en pleno centro porteño. La jornada comenzó desde temprano con columnas que se fueron concentrando frente al Palacio Legislativo.

La consigna fue clara: rechazar el ajuste, exigir la restitución de derechos y denunciar el desmantelamiento del Estado a través de decretos y vetos.

Pasadas las 16 horas, la Policía de la Ciudad avanzó con violencia sobre la calle Paraná. Un trabajador de prensa fue atacado con gas pimienta mientras cubría la manifestación. Minutos después, camiones hidrantes se desplegaron por Avenida de Mayo y rociaron a manifestantes que intentaban asistir a un joven herido.

La represión se intensificó pese a que la protesta no había sido provocativa ni violenta, según denunciaron los propios participantes. En medio del caos, los testimonios aportaron crudeza al relato.

Delegados estatales del INTI mostraban informes y estadísticas como prueba de la importancia estratégica de su trabajo. “Esto no es ideología, es desarrollo nacional. Nos quieren cerrar por decreto”, denunció uno de ellos.

La misma preocupación resonó entre los trabajadores de Vialidad Nacional, que también se hicieron presentes con argumentos concretos: “Construimos rutas, garantizamos la seguridad vial. No somos un gasto, somos parte del país que funciona”, expresó una técnica con dos décadas de antigüedad.

A pocas cuadras, desde la comunidad universitaria reclamaban el envío urgente de fondos para poder sostener las clases en el segundo semestre, mientras trabajadores del Hospital Garrahan denunciaban la falta de insumos en plena emergencia pediátrica.