06.08.2025 / GANADERÍA

Efecto Milei: cae la producción argentina y crecen las importaciones de carne desde Brasil por los altos costos locales



La apertura comercial del gobierno de Milei y el encarecimiento del novillo en dólares empujan a los frigoríficos a abastecerse en el exterior. Cae el consumo y bajan las exportaciones.





De acuerdo a una nota de Data Clave, Argentina importó más de 1.000 toneladas mensuales de carne vacuna desde Brasil durante el primer semestre del año, en un fenómeno que marca un récord estacional desde 1997 y enciende alertas en el país históricamente asociado a la producción bovina. La combinación de apertura comercial y precios internos en alza generó condiciones favorables para que los frigoríficos recurran a carne importada.

Según la consultora AZ Group, en comparación con las apenas 24 toneladas mensuales del mismo período de 2024, el salto es significativo. Aunque el volumen todavía no representa un riesgo para la producción nacional, la situación refleja las distorsiones generadas por la política económica del presidente Javier Milei y sus efectos sobre el consumo interno y las exportaciones.

“En algunos momentos del año se pagaron casi 5 dólares por kilo de novillo. Esto presionó los márgenes y favoreció la importación”, explicó Diego Ponti, analista del grupo AZ. Con precios altos en góndola, el consumo de carne cayó a un promedio de 50 kilos por habitante, lejos de los 75 kilos que supo alcanzar en otros años.

En paralelo, las exportaciones de carne vacuna bajaron un 30% por pérdida de competitividad. Aunque Argentina sigue siendo un actor relevante en el mercado internacional —con ventas por US$ 3.400 millones en 2024, principalmente a China—, el panorama local es complejo. “Otros países también importan carne para manufactura, no es una anomalía”, sostuvo Fernando Herrera, presidente de la APEA.

Cabe señalar que el ingreso de carne porcina también creció con fuerza, alcanzando las 5.700 toneladas mensuales en lo que va del año. En el marco de una economía cada vez más dolarizada, la dinámica de importación y exportación de alimentos empieza a mostrar tensiones que golpean tanto al bolsillo de los consumidores como a la industria cárnica nacional.