El caso de corrupción que golpea a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) alteró la vida digital de Eduardo Kovalivker, referente de los laboratorios Suizo Argentina. El empresario, que acostumbraba compartir sin reservas su estilo de vida y sus gustos personales, decidió privatizar su cuenta de Instagram en medio del escándalo
La cuenta de Kovalivker funcionaba como una ventana abierta a sus facetas más diversas: desde su costado literario como “Poeta” hasta una exhibición marcada por el lujo y el erotismo. Ese escaparate digital, que acumulaba 81 publicaciones y 2360 seguidores, ahora solo puede verse con autorización del propio empresario.
El cambio de configuración coincide con la ola de repercusión que desató el escándalo de ANDIS, en el que varios funcionarios y allegados al gobierno quedaron bajo sospecha. El paso de un perfil público a uno cerrado aparece como un intento por resguardarse en medio de la tormenta mediática.
Las capturas que circularon antes muestran que, además de promocionar sus libros editados por @hojasdelsur y @planetadelibrosar, Kovalivker difundía también el enlace a su tienda online. La mezcla de literatura, ostentación personal y erotismo era parte de una identidad digital que, tras el estallido del caso, viró hacia un silencio estratégico.
Lo que antes parecía una estrategia de posicionamiento personal en redes sociales terminó convertido en un repliegue calculado.