El diputado nacional por la Coalición Cívica, Fernando Iglesias, es además escritor y periodista especializado en la Globalización y sus aspectos políticos. En su entrevista con PoliticArgentina.com habló sobre las acciones legales que iniciará en contra del ex presidente Kirchner, sobre el rol de los medios en la política nacional y sobre las ventajas del uso de la “boleta única”, entre otros temas. A continuación conocerá su opinión acerca de temas polémicos como la orientación política del kirchnerismo.
Usted querellará a Néstor Kirchner por “usurpación de un cargo público”, ¿Es así? ¿Cuál es la situación actual de RECREAR y qué fue lo que pasó con Ricardo López Murphy?
Así es. Aún estamos juntando datos, porque no queremos hacerlo de manera irresponsable. Hay pruebas suficientes, pero queremos llegar en forma consistente a los tribunales. Es evidente que muchísimas de las funciones del Poder Ejecutivo –acaso las más importantes- no son desempeñadas por la Presidenta de la Nación, sino por el ex mandatario Kirchner. Y eso constituye una injuria extraordinaria, ya que deben gobernar los que han sido elegidos para hacerlo.
La denuncia va a ser por usurpación de títulos y cargos públicos. Y es que es notorio que Kirchner se reúne como presidente del Partido Justicialista (PJ) en la Quinta Presidencial de Olivos, reparte subsidios y fondos a intendentes y gobernadores, y acuerda un programa electoral. Ello constituye una serie de delitos:
Primero el que ya comenté, porque el dinero que reparte surge de los ciudadanos argentinos y debe estar en poder de la presidenta, no de un ciudadano común como lo es el ex presidente.
Segundo, es tráfico de influencias, porque él está usando sus contactos personales como esposo de Cristina Fernández para hacer promesas y decidir discrecionalmente el destino de los fondos que, por supuesto deben ser asignados, pero según un criterio de las necesidades públicas de las provincias y de los ciudadanos argentinos, y no de las estrategias electorales del partido oficial.
Y tercero, por el uso impropio de la residencia presidencial. La quinta de Olivos no es la casa de los Kirchner. Es un establecimiento público que el Estado le otorga a la presidenta para que resida allí con toda su familia, mientras desempeña su función en la casa de Gobierno. Pero no es posible que Néstor Kirchner la utilice para hacer campaña como si se tratara de una unidad básica. Me parece que son tres delitos perfectamente configurados.
Seguro habrá quienes crean que su denuncia surge únicamente de su rol de opositores con el fin de “embarrar la cancha”.
No denunciaremos con el intento de hacer oposición porque sí. Sino para que todo retorne a la normalidad y gobierne la presidenta. Y es por eso que no la incluimos a ella en la denuncia, aunque sea copartícipe de todos los hechos. Lo que queremos es preservar la normalidad institucional y no interrumpirla.
Cómo diputado nacional por la Coalición Cívica (CC). ¿Qué opina del rol de la oposición y de las coaliciones que se están formando de cara a las elecciones legislativas de este año?
Cuando se define qué es la oposición, la primera pregunta que la gente parece no hacerse es: ¿la oposición a qué? Porque si la respuesta es a Néstor Kirchner, entonces hay dos grandes bloques: la Coalición Cívica, el Socialismo y el Radicalismo por un lado, y el PJ disidente por el otro. No creo que la oposición deba serlo en relación el kirchnerismo. Debe oponerse a un modo corrupto, clientelista y corporativista de hacer política, que tiene atada a la Argentina a su fracaso. Por lo tanto, a un organismo partidario que ha sido la base de todo eso en los últimos veinte años: el Partido Justicialista. No el peronismo, el PJ. Yo creo que los más enojados con la índole actual de este mítico partido, son los propios peronistas. Ellos creen en el legado de la justicia social y los derechos de los trabajadores.
Hace veinte años que intentan reducir la política argentina a una mera interna del Partido Justicialista. Nosotros creemos desde la Coalición Cívica que por estos rumbos el país no tiene opción, y que la oposición debe enfrentar a esta forma corporativa y corrupta de la cual el PJ ha sido la bandera en las últimas dos décadas. Especialmente en la provincia de Buenos Aires donde hace años que gobiernan. Creo que los ciudadanos argentinos que creen que esta hegemonía política que ha tenido el PJ ha sido buena para el país, tienen para elegir entre Kirchner y el PJ disidente de De Narváez, Solá y Macri. Y quienes no piensan así, cuentan con una verdadera oposición encabezada por la Coalición Cívica y por la doctora Carrió, además la UCR y el Socialismo.
¿Cuál es su opinión acerca de que el PRO haya hecho una alianza electoral con el PJ disidente, teniendo en cuenta que en los últimos tiempos ha habido un acercamiento de la CC hacia el partido que lidera Macri?
En época del ballotage por las elecciones para jefe de Gobierno porteño, yo voté al PRO, no a Macri. Al día siguiente, escribí una nota que salió en el diario Perfil, que se llamó: “Carta abierta a mis adversarios del PRO”, en la cual decía que se habían cargado con una gran responsabilidad y que yo había votado a los Michetti y a las muchas caras nuevas que hay en ese espacio político. Marquitos Peña, para poner un ejemplo, los cuales traían un viento de recambio a la política de nuestro país. También dije que tenía mis reservas muy fuertes con respecto a Macri, las cuales ahora se han confirmado. Veo con tristeza que caras nuevas como las del ex presidente de Boca y la de De Narváez, las cuales traían un aire de renovación, hayan decidido entrar en una maniobra política claramente armada por Eduardo Duhalde. Esto del escenario a tres, quiere decir que el PJ en sus dos variantes intenta quedarse con el 66 por ciento de los votos. Y una vez que lo consiga, van a evaluar a quién le fue mejor para que siga y los demás se van a pasar ahí. Esto ya sucedió. Cuándo la interna de la provincia de Buenos Aires era entre Cristina Kirchner y “Chiche Duhalde”, el segundo candidato de la lista de Duhalde era José María Díaz Bancalari quien, apenas terminó la interna, comandó como jefe de bloque el traspaso de todos al kirchnerismo.
¿Piensa que ahora podría volver a pasar lo mismo?
Me gustaría saber qué garantías tienen Macri y la gente del PRO para que esto no vuelva a suceder. De que este escenario otra vez termine con el PJ sentado como fuerza hegemónica en el centro de la política nacional, utilizando las elecciones nacionales para dirimir una interna y saliendo rejuvenecido con los nuevos candidatos que la gente votó como alternativa al kirchnerismo o viceversa. A mi me parece que eso constituye un camino sin salida y que la contienda electoral no es a tres, es a dos. Con la Coalición Cívica, la UCR y el Socialismo enfrentando al PJ. Un escenario bipolar.
Respeto a la utilización de la boleta única el ministro de Justicia dijo que era un mecanismo de la CC para “enlodar la elección”
Nosotros no tenemos que enlodar ninguna elección. El que en 2007 la ha ensuciado en forma escandalosa ha sido el oficialismo. Sobretodo en la provincia de Buenos Aires, donde todo el mundo sabe perfectamente lo que pasó. Al ciudadano bonaerense que no le sucedió, seguro le llegó la información de que a algún otro sí. Mesas que se abrieron con horas de atraso, otras que se cerraron antes de tiempo, colas interminables y un escandaloso robo de boletas que le restó cientos de miles de votos a la Coalición Cívica. Es difícil enlodar algo que ya está dentro del barro. Lo que queremos es desembarrar la cancha.
¿Cuáles son las ventajas de la utilización de este nuevo mecanismo electivo?
Es un instrumento básico que se utiliza en todo el mundo y con la cual han sido elegidos, incluso, mandatarios afines al gobierno: Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua. No me parece que sea un método elitista o complicado. Simplemente tiene que haber una boleta para elegir cada uno de los cargos. Si hubiera una elección presidencial: una para presidente y vicepresidente; una para senadores; otra para diputados; una para senadores provinciales y otra para legisladores provinciales. Eso hace que en la mesa hayan cinco boletas y no ochenta como hay ahora, lo cual simplifica enormemente el proceder electivo. La afirmación del ministro de Justicia de que no se van a ver todos los candidatos, es falsa. Porque basta con poner los tres primeros de la lista en cada boleta y el resto afuera del cuarto oscuro, para que la gente conozca la nómina completa antes de entrar. Nadie ingresa a votar y lee los novecientos nombres. La gente se informa previamente y elige en función, sobretodo, de los primeros candidatos. Aunque tiene que tener a disposición la posibilidad de ver toda la lista. Más que nada porque algunos tienen candidatos que esconder.
¿A quién se refiere?
No la CC que está muy orgullosa de sus candidatos, sino al oficialismo que cuando tenga que poner en la boleta a Aldo Rico, seguro intentará taparlo. Las listas tienen que estar afuera y la gente debe entrar únicamente a poner una cruz en el partido y los candidatos que quiere votar. De esta manera se agilizaría el proceso y no habrían patotas encargadas de robar boletas, no veríamos aprietes ni tampoco fiscales que le dijeran a la gente: “esto es lo que hay, vote lo que quiera”.
Y la reforma además implica otras cosas que también son importantes. Por ejemplo: la relevancia de que los presidentes de mesa provengan de cuerpos docentes o del Poder Judicial. Esto garantiza la regularidad del escrutinio, porque se ha apretado sistemáticamente a los presidentes de mesa para que no fueran y así poner en su lugar a los muchachos que llegaban a comandar la paz (ironiza, Iglesias). El domingo a la noche alguien debe anunciar cuál es el resultado aproximado o provisorio de la elección y ese no puede ser el ministro del Interior (Florencio Randazzo). Nosotros no confiamos en eso. Creemos que debe ser una autoridad totalmente neutral, como la cámara nacional electoral la que tenga a su cargo el escrutinio provisorio para garantizar la neutralidad entre oficialismo y oposición. Y además se tienen que acabar las listas sábanas, porque esto de las listas de novecientos diputados sin saber a quién se vota, es producto de que el kirchnerismo arma todo con listas colectoras, donde va Kirchner en diez boletas. Esto se tiene que terminar. Cada uno debe hacer su interna y debe decidir quiénes son los candidatos.
Como periodista, ¿Qué opina del rol de los medios en la política argentina?
La sociedad está cambiando hacia una nueva forma de organización social, es decir, están mutando las formas en que los seres humanos nos relacionamos unos con otros. Esto sucede de la mano de las nuevas tecnologías y de la sociedad global de la información y el conocimiento. La información, que siempre fue un factor importante, ahora tiene un rol esencial: está en el centro de la escena. En política, por ejemplo, cada vez es más fuerte el rol de los medios. Esto tiene sus aspectos negativos y positivos. Entre los buenos se destaca la aparición de medios alternativos como es el de ustedes (en alusión a PA) que se ponen de acuerdo, lanzan con recursos económicos relativamente escasos un medio de comunicación digital y tienen acceso a un público que en un pasado hubiera costado una enormidad conseguir. Eso democratiza hasta cierto punto la información. Lo negativo es que el escenario político se ha trasladado de su espacio natural de debate, el Parlamento, a los medios de comunicación, lo que es negativo, porque ha habido una especie de espectacularización de la noticia, donde se discute con poca profundidad y donde se lanzan consignas en lugar de discutir propuestas concretas. Yo soy periodista y no creo en la neutralidad en nuestro oficio. Sí creo en la honestidad y en la pluralidad de voces.
Respecto a esa pluralidad de la cual habla. ¿Qué opina de las acusaciones de algunos sectores de la sociedad hacia el gobierno acusándolo de coartar la libertad de prensa?
Creo que el kirchnerismo se ha encargado de clausurar la pluralidad. Me van a responder muchos diciendo que existe libertad informativa en Argentina, lo cual es cierto. Pero yo creo que existe a pesar del Gobierno. Desde excluir de la pauta publicitaria a medios que eran críticos con respecto al gobierno, lo cual no se puede hacer, porque el dinero del Estado no debe gastarse como dinero de uno de los partidos. Hasta aprietes a periodistas, listas negras que han afectado a personas como Nelson Castro o Pepe Eliaschev, e irregularidades consistentes en el manejo de la información. Existe libertad de información en nuestro país, pero por la gran vivacidad de la opinión pública argentina y por la negación de muchos periodistas que han sufrido persecuciones, que han perdidos lugares de inserción y sus trabajos y, que aún así, insisten en mantener viva la esencia del periodismo: la voluntad de informar y opinar con el propio criterio a la opinión pública.
Usted escribió un libro muy crítico hacia Néstor Kirchner llamado Kirchner y yo. Por qué no soy kirchnerista, en el cual hace afirmaciones tales como: “Kirchner representa un peronismo no peronista, un montonerismo no montonero y un progresismo sin progreso”.
Kirchner siempre se encargó de hablar mal del Partido Justicialista. Yo en el mismo libro anticipé dos cosas que ahora se ven claramente en el escenario político: la movida del ex presidente hacia el PJ, fue una. Era claro que cuando a él se le acabara el auge y la gran euforia que causó en determinado momento en la opinión pública –este libro lo publiqué cuando las encuestas de popularidad le daban un 70 u 80 por ciento- y se vieran las consecuencias a largo plazo de las políticas kirchneristas, su notoriedad iba a caer y él iba a buscar refugio en el Justicialismo esperando que este partido le garantizara el 30 por ciento de votos necesario para “salvar la ropa”. El otro anticipo que hice fue que dentro del propio partido habría una renovación por derecha donde iban a buscar despegarse de Kirchner y armar una alternativa que no fuera del Frente para la Victoria. Y ésta es la ambigüedad del PJ y del Kirchnerismo. El Partido Justicialista es el oficialismo y la oposición al mismo tiempo. A veces uno se escandaliza. Un día son antipejotistas y al día siguiente hacen un evento en donde juntan a lo peor de la política pejotista: a Moyano, a Aldo Rico y a todos los barones del conurbano.
Y respecto al montonerismo no montonero, es porque Kirchner no fue Montonero. Fue toda una fachada. Una parodia setentista de que se venía un cambio en la Argentina. Después de cinco años se ve claramente que el perfil productivo del país es igual de atrasado que antes de 2003. Que el social es igual de injusto respecto a la distribución de la riqueza. El saldo es completamente negativo.
Y que es un progresismo sin progreso estuvo siempre a las claras. Cuando Cristina Fernández dice que cuando escucha al presidente estadounidense, Barack Obama, le recuerda al General Perón, sin ser despectivo, hay que aclarar que el líder del peronismo tenía ideas que poseían una cierta vigencia en las décadas del 40’ y del 50’. Cuando Obama habla de que las energías solares y eólicas impulsen nuestras fábricas y nuestros autos y eso le recuerda a nuestra presidenta a Juan Domingo Perón, hay una parte del relato que se nos pierde. Cuando el progresismo piensa que las respuestas al futuro están en el industrialismo nacionalista de 1950, hay algo que no funciona. Se trata de un progresismo sin progreso. Y nosotros desde la Coalición Cívica queremos encarnar un progresismo que mire con esperanzas a futuro y que inteligentemente se integre al mundo.
¿El gobierno kirchnerista es un espacio de centro izquierda?
No. Yo creo que son claramente de derecha. Me parece algo muy claro. Y no solamente el kirchnerismo, también el pejotismo. Cuando uno va a los países que funcionan correctamente –si bien ahora todos andan bastante mal- y en contexto de crisis no tienen las situaciones desgraciadas de pobreza e indigencia que tenemos nosotros, nota que el arco político está definido entre tres polos: el conservadurismo o la derecha, un centro que es el liberalismo y una izquierda que es, básicamente, la socialdemocracia. Después existen subgrupos y alianzas, pero primordialmente es eso. Así como defino que la CC es una fuerza de centro izquierda que intenta aliar lo mejor del liberalismo progresista y de la socialdemocracia, me parece que es muy claro que el PJ es la derecha. ¿Cuál es el partido conservador de la Argentina sino el Partido Justicialista? Estamos intentando evitar que en octubre suceda otro fraude patriótico como el que hacía con la excusa defender los intereses de la Nación, el Partido Conservador a inicios del Siglo XX. Es lo mismo. ¿Cuál es el partido que reagrupa lo peor de la política argentina? Las prácticas más clientelistas y de corrupción mayor. El uso impúdico del dinero del estado para hacer campaña. ¿Quién maneja los intendentes del conurbano, las patotas de D’Elia, los sindicatos capitaneados por Moyano? Todas esas son las grandes fuerzas conservadoras que se oponen a que la Argentina vaya hacia el futuro, se integre inteligentemente a mundo y se desarrolle. Porque si se desarrolla todas esas fuerzas quedan fuera. Y ese gran partido conservador que mantiene el status quo hoy es el PJ. Y eso en todo el mundo es la derecha.
Escrito por Facundo Alé.