02.06.2014 - 08:06 /

Condenan a Carlos Sablich a 16 de prisión

El ex comisario Carlos Sablich fue condenado a 16 años de prisión. Llegó a ser jefe de Delitos Complejos de la Federal y fue uno de los policías más poderosos de esa fuerza. Su fama data de cuando investigó el secuestro de Macri. Es ese caso el que ahora lo llevó tras las rejas.


El ex comisario Carlos Sablich acaba de ser condenado –junto al ex comisario Carlos Jacinto Gutiérrez– a 16 años de cárcel por la privación de la libertad y las torturas al sargento retirado de esa fuerza, Juan Carlos Bayarri, durante la pesquisa por el secuestro de Mauricio Macri.

Se trata del primer uniformado de semejante jerarquía en ser declarado culpable por graves delitos cometidos en la era democrática. Además, su caso fue portador de otras singularidades: demostró la influencia metodológica de la última dictadura en las fuerzas de seguridad bajo el Estado de Derecho, puso al descubierto sus vínculos con el crimen organizado y, a la vez, desnudó ciertas operaciones de espionaje en el corazón de la política, con una estructura montada con recursos no estatales.

Era conocido porque tuvo a su cargo la flamante División Antisecuestros. Tanto es así, que su figura no tardó en convertirse en un símbolo de la lucha contra el delito.

Hasta 2004, su carrera policial fue meteórica. De dirigir el grupo que resolvió ese caso, accedió a la jefatura de Defraudaciones y Estafas para ser puesto al frente de la poderosísima Dirección de Delitos Complejos, uno de los nervios de la Policía Federal. Desde ese ámbito, también tuvo a su cargo la División Antisecuestros. Tanto es así, que su figura no tardó en convertirse en un símbolo de la lucha contra el delito.

Sin embargo, al comprobarse una estrecha relación entre el comisario Juan José Schettino (su mano derecha) y él con Jorge Sagorsky, el hombre que proveía autos robados a la banda que secuestró y asesinó a Axel Blumberg en marzo de 2004. Por ello, Sablich pidió con urgencia su pase a retiro, para así eludir una deshonrosa exoneración.

Sagorsky también fue la tumba de la carrera de Palacios en la Policía Federal. De hecho, el detonante fue la difusión de una charla telefónica entre ambos, donde el comisario se interesaba por el precio de una camioneta mal habida para ir a pescar a Corrientes. El nexo del negocio fue nada menos que el ex comisario Carlos Gallone, actualmente condenado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.

Palacios y Sablich habían sido subordinados suyos en la temible Superintendencia de Seguridad Federal, el brazo represivo de la Federal en los años de plomo, ya que ambos prestaron servicios en el GT 2 (Grupo de Tareas 2), que operaba bajo la órbita del Batallón 601.