25.08.2015 /

Nada nuevo bajo el sol

El dólar ilegal como caballito de batalla de los derrotados en las urnas.

por Fernanda Vallejos


Como vienen anunciado y coordinado a través de los medios opositores, el dólar ilegal sigue apareciendo como uno de los caballitos de batalla favoritos de quienes se saben derrotados en las urnas. Es un mecanismo de manual para generar cierto clima de incertidumbre que no se verifica en la realidad cotidiana de los argentinos. Como profetas ansiosos por autorrealizar su profecía titulan ampulosamente "record histórico", en relación a la supuesta (espúrea) cotización de la divisa norteamericana en el marginal mercado ilegal que unos pocos jugadores manipulan con volúmenes de operaciones también pequeños. Se relamen mientras sacan a relucir el fantasma verde, última esperanza de generar la zozobra con la que sueñan torcer un clima político y social que, a todas luces, coloca al candidato del oficialismo, como futuro presidente.

Para colmo de males de los poderes fácticos, es ese candidato, el del oficialismo, el que enterró los sueños devaluacionistas al afirmar que no sólo no es necesaria una devaluación en Argentina, sino que el trabajo y la producción seguirán siendo los objetivos de la política económica pos 2015. Afirma entonces, que no se producirá la devaluación que anhela el club de los devaluadores que sólo impactaría negativamente sobre el salario de los trabajadores que, como se sabe, para el poder económico son un costo pero para la Argentina de conjunto, el combustible vital de un mercado interno que resulta más clave que nunca para sostener una dinámica virtuosa (3.8% de crecimiento interanual en junio y desempleo cayendo al 6.6%) en un contexto internacional harto complejo, con caída del precio de las exportaciones primarias y de las cantidades industriales a causa de la crisis que desmoronó la demanda externa agudizada por la mala situación de Brasil.

Con la misma lógica con la que "los lunes negros" colocan a la economía financiera en top de la agenda económica mediática, se coloca la cotización del dólar ilegal en los titulares locales de la fecha. Alto en los titulares, y altísimamente lejos de la realidad de los millones de argentinos que sigue transcurriendo en los hogares, fábricas, escuelas, universidades que están, al mismo tiempo, bien lejos de las bolsas donde timbean los especuladores globales o las cuevas donde operan los desestabilizadores domésticos.

Habrá que esperar más noticias ficticias en los meses que nos separan de octubre. Parte de la ficción que los aleja a tal punto del pueblo de carne y hueso y que, cuando las urnas dictan el veredicto popular, los encuentra desconcertados o, como dijo la señora de los almuerzos, "desilusionados" de los argentinos. Y sí, un pueblo que elige un gobierno que represente sus propios intereses, no puede menos que desilusionar al poder económico cuyos interés están en las antípodas de las mayorías.