Desde sectores opositores plantearon llevar adelante una liberación del tipo de cambio, que conduciría a una
maxidevaluación. Esto tendría un
impacto brusco en la capacidad de compra de los jubilados, su
poder adquisitivo se hundiría 30 puntos.
A pesar de que
algunos economistas insisten en remarcar que el ajuste del dólar no se trasladará a precios, dada la estructura económica del país,
esto tendría consecuencias notorias en los índices de inflación, tal como ocurrió en enero de 2014, cuando el tipo de cambio tupo una suba del 16%.
Como señalan Federico Kucher, en una nota publicada en Página 12,
si los empresarios hacen un traspaso de la devaluación al precio final de los productos
como el 2014, la consecuencia sería un notable incremento en el valor de los productos de primera necesidad de hasta un 48%.
Cuando se llevó adelante la depreciación del peso en el verano de 2014 el arroz, por ejemplo, registró un incremento del 8,9% pero si se da esta megadevaluación este paquete que hoy se consigue por $18,9, subiría $25,2, con un aumento del 33,4%.
Actualmente los jubilados que cobran $4299 pueden obtener 24 canastas de consumo con bienes de primera necesidad. En caso de devaluarse el peso en los valores mencionados, la capacidad de compra disminuirá casi en el 30% y s
olo podrán obtener 17 canastas.