Para que una familia tipo no ingrese en la línea de pobreza, hizo falta contar con ingresos por $ 1.110.063 durante el mes pasado, reflejando el fuerte impacto de los precios sobre los presupuestos domiciliarios.
En lo que va del año, la CBT acumula una suba del 8,4% y la CBA alcanza un alza del 11,8%, indicadores que sitúan al poder adquisitivo de los salarios y jubilaciones bajo creciente presión.
En comparación interanual, la canasta total aumentó 34% y la alimentaria, 34,6%, consolidando la tendencia alcista de los precios en todos los segmentos de consumo.
Especialistas en economía social advierten que la escalada de los alimentos básicos —carnes, lácteos y cereales— seguirá siendo el principal motor de estas variaciones, por lo que señalan la necesidad de políticas de contención para los sectores de menores ingresos.