
Luego de que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunciara el nuevo “Protocolo de actuación en las manifestaciones públicas”, organizaciones de Derechos Humanos y dirigentes políticos
repudiaron la medida y advirtieron por sus consecuencias. En ese contexto, desde el MST se organizó un “escrache” en la casa de la funcionaria.
La Policía llegó al lugar y le hizo firmar a los presentes un acta por la protesta, pero no se produjeron incidentes. La convocatoria fue encabezada por los referentes del Movimiento Socialista de los Trabajadores, Vilma Ripoll y Alejandro Bodart. El dirigente del MST alertó que "va a haber muertos con este protocolo" .
Sin embargo, desde el Gobierno rechazaron las críticas y el ministro de Justicia
, Germán Garavano, argumentó que la nueva normativa no tiene “normas inconstitucionales” y recordó que el kirchnerismo “se cansó de reprimir”.