Tras su sobradamente mencionada presencia en la presentación de Sinceramente, el libro de
Cristina Fernández de Kirchner, el empresario
Daniel Vila, dueño del conglomerado de medios del Grupo América,
dejó en off side nada más y nada menos que a una de las estrellas de su compañía, el ultra macrista Eduardo Feinmann: se expresó sorprendido por la curiosa reacción del conductor de TV ante su participación en el evento y destrozó a quienes insultan a la ex presidenta, justamente como acostumbra hacer el periodista de A24.
Respecto de la reacción del conductor de radio y televisión al detectarlo entre los asistentes de la presentación de “Sinceramente” en la feria del libro mediante un video viralizado en redes en que se lo ve claramente contrariado de Feinmann en ese momento, Vila descartó las
"teorías conspirativas" e incluso sugirió cierta inocencia en quienes no entendieron que simplemente fue invitado.
“Yo converso habitualmente con los periodistas del canal, es parte de mi trabajo. Se sorprendió al verme ahí, se habrá imaginado que entre tanto kirchnerista no podía ir a sentarme”, afirmó el empresario durante una entrevista con “Todo no se puede”, por FM Cielo 103.5.
El dueño de América, donde trabaja Feinmann, admitió que surgieron
“toda clase de lecturas, especulaciones de lo más extrañas” a partir de su presencia en el acto, y reiteró la argumentación que viene sosteniendo ante las consultas de la prensa: “Mi explicación es simplísima: fui porque me invitaron, porque me pareció un hecho político importante. No hay ninguna lectura conspirativa ni mucho menos”.
Si bien aclaró que no iría a un acto partidario de Cristina,
Vila sorprendió al destrozar a los periodistas que insultan a la senadora nacional y hasta puso en duda su profesionalismo, justamente cuando Feinmann, figura de América, es tal vez uno de los mayores referentes de estas agresiones a la ex mandataria.
“Me incomoda y es un tema que hemos hablado. No comparto la agresión, creo que se puede hacer periodismo desde el respeto, también acepto que se pueda hacer críticas con durezas, pero hay un límite que no debería pasarse nunca que es el respeto”, opinó.
Y en ese sentido, agregó que en el país: "Por ahí somos un poco vehementes y todos tenemos que bajar un cambio, llamarnos a la reflexión y tratar de escuchar al otro”.
