06.08.2019 / Insólito

A los gritos y en campaña, Macri usó un festejo que Riquelme le dedicó contra su avara gestión en Boca

El Presidente participó del acto de cierre de la campaña oficialista en la Ciudad, donde les pidió a sus militantes "convencer al que está enojado" y "pedirle perdón" en su nombre. No conforme, soltó exabruptos a los gritos desaforados y, para oír el "sí se puede", usó el famoso festejo Topo Gigio que el máximo ídolo xeneize le hizo en su cara ante River para reclamarle por su mezquindad.



A pesar de que en el caso porteño hay mayor tranquilidad oficialista, parece ser que las chances de perder la Nación y la provincia de Buenos Aires están tiñiendo de nervios y de un color negro los discursos del macrismo a días de las PASO: es que el propio presidente Mauricio Macri participó del acto de cierre de la campaña electoral del oficialismo en la Ciudad, donde les pidió a sus votantes "convencer a ese que todavía está enojado" y "pedirle perdón" en su nombre, y no sólo soltó exabruptos a los gritos desaforados sino que también intentó usar a su favor un festejo que Juan Román Riquelme le dedicó contra su avara gestión en Boca Juniors en un recordado triunfo ante River Plate.

"Es muy emotivo estar en este gimnasio de este club, con tanta historia para nosotros. Uno recuerda que acá empezamos y nos llamábamos Compromiso para el Cambio. El cambio era nuestra obsesión. Buenos Aires hoy está entre las grandes ciudades del mundo. Nuestro sueño es llevar eso a cada rincón de la Argentina. Claro que se puede", comenzó Macri, a quien los militantes PRO le respondieron con el clásico cántico macrista importado de Chile "sí se puede".

El mandatario, eufórico, transcurrió unos segundos en que buscó parecer emocionado y luego respondió llevándose las manos por detrás de las orejas. "Hago el Topo Gigio, como Riquelme", dijo, de forma insólita.



Es que el Topo Gigio de Riquelme fue un festejo no muy feliz para Macri, y que no lo deja muy bien parado. Es que hace más de 19 años, cuando transcurría la década más importante en Boca, el 8 de abril de 2001 el máximo ídolo de la historia xeneize se enfrentó abiertamente con el líder PRO, presidente del club por aquel entonces. El reclamo comenzó por los contratos de los jugadores, muy bajos para los logros del equipo, pero luego las quejas se hicieron más fuertes por las transferencias caídas.



La ruptura se produjo en el cruce contra River, por el Clausura 20001. Riquelme marcó después de un rebote, tras un penal, y corrió a festejarlo haciendo el famoso Topo Gigio contra Macri, parado en su palco presidencial, en la platea. Fue el segundo gol del loca, que goleó al Millonario 3-0. Meses después, se fue vendido a Barcelona.



En el acto de cierre de la campaña de Horacio Rodríguez Larreta, Macri, además, aseguró que necesita el "apoyo de todos" -curiosamente, el nombre del frente de su principal adversario- para "cambiar la Argentina para siempre" e insólitamente pidió a sus militantes "convencer" a los votantes enojados con su gestión y hasta los mandó a pedir perdón en su nombre.

"Tenemos que convencer al que está enojado, pídanle perdón en mi nombre", lanzó el jefe de Estado. Luego, retomó su tradicional tono violento elegido durante esta campaña hacia las primarias.

"Sabemos que falta. Es el momento donde tenemos que redoblar la confianza. Necesito que sepan que a mí me duele cada uno de los que la está pasando mal. Vine a que encuentren su lugar, ser felices y estar orgullosos de lo que hacen. Las cosas llevan su tiempo. Los cambios de raíz llevan su tiempo. Estamos construyendo los cimientos para crecer", agregó el mandatario, que luego tuvo un momento en que quiso parecer enocionado al recordar su gestión en la Ciudad pero terminó gritando realmente desaforado que la avenida Juan B. Justo "no se inunda más, ¡carajo!".

En su clásico tono de campaña, Macri criticó al kirchnerismo y pidió no tomar "de vuelta cualquiera de estos atajos ridículos y autodestructivos que tomamos durante décadas, que nos llevaron siempre al mismo lugar".

Del acto, realizado en el microestadio del club Ferrocarril Oeste, participaron también el jefe de Gobierno porteño y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, entre otros dirigentes del oficialismo.