Los casi 20 puntos que Axel Kicillof le sacó a María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires hicieron crecer la tensión existente entre la gobernadora y el Presidente, Mauricio Macri, desde que este no la dejó desdoblar las elecciones.
Desde la gobernación bonaerense están convencidos de que el candidato del Frente de Todos obtuvo un triunfo tan contundente porque el jefe de Estado perjudicó a la mandataria provincial, y ya no lo ocultan.
Este miércoles
Federico Salvai, jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, fue el encargado de hacer estallar la
grieta PRO con un
duro reclamo público hacia la Casa Rosada.
"El esquema de polarización (con el peronismo a nivel nacional) perjudicó al escenario provincial", disparó ante la prensa antes de entrar a una reunión de Gabinete ampliado.
A ese enojo por el no desdoblamiento de las elecciones se le suma la decisión de las últimas semanas por la que
el gobierno nacional no gira fondos para que Vidal pueda lanzar su propio "plan alivio", que le permita intentar recuperar algunos votos en los sectores más postergados del conurbano bonaerense.
"
Por ahora estamos abocados a seguir gobernando y a contener un contexto difícil para todos los bonaerenses. Si consideramos que más adelante podemos hacer algún tipo de medidas como lo venimos haciendo en la gestión, lo vamos a hacer", se atajó Salvai.
En esa misma línea, la periodista Maia Jastreblansky reveló en el diario La Nación que la última reunión entre Vidal y Macri fue muy tensa y llena de reproches.
"En ese escenario, tensionado también por las conversaciones con el FMI, desde La Plata reeditaron en las últimas horas su reclamo por los casi $25.000 millones del Fondo del Conurbano. Un pedido antiguo que volvió a ser mencionado en el entorno de Vidal, en medio de la crisis económica y la adversidad política", explicó en la nota.
La respuesta del ministro de Economía nacional,
Hernán Lacunza, habría sido que
"no hay plata y es inoportuno".
