10.02.2020 / Judiciales

"Si te arrepentís de haber colaborado con estos ´mugrientos`, vas en libertad": la extorsión de Stornelli a un empresario

Gerardo Ferreyra, fundador del grupo Electroingeniería, habló acerca de las presiones que recibió durante el macrismo para vender el contrato de las hidroeléctricas patagónicas a Nicolás Caputo. Además, dio precisiones de cómo hizo el polémico fiscal rebelde para, en acuerdo con el fallecido Bonadio, extorsionarlo para que declare contra Cristina.



Mientras en las últimas semanas se conocieron novedades judiciales acerca de la causa de las fotocopias de los cuadernos, como el caso de la caída del último pedido de prisión preventiva que pesaba sobre Cristina Fernández de Kirchner, uno de los empresarios más importantes que estuvo detenido por esa investigación, Gerardo Ferreyra, dio detalles e incluso escandalosas frases textuales usadas por el fiscal Carlos Stornelli en consonancia con el fallecido juez Claudio Bonadio para extorsionarlo y presionarlo a declarar contra la vicepresidenta para lograr la libertad.

En primer lugar, el empresario explicó que cuando dijo “conmigo no pudo” a través de Twitter, tras la noticia del fallecimiento del juez Bonadío, no quiso expresar "alegría y festejo", sino que fue ese funcionario judicial quien quiso "quebrarlo" cuando buscó forzarlo a "renegar convicciones para que denunciase a los funcionarios de la administración kirchnerista".

"Bonadío llegó a extorsionarme para que acusara a la expresidenta Cristina Kirchner, tal como hicieron los demás empresarios que quedaron como mentirosos y delatores que aceptaron sus imposiciones para ensuciar a los exfuncionarios con tal de no seguir detenidos", agregó.

Según dijo en una entrevista con Letra P, "Bonadío y Stornelli le insinuaron que si involucraba a CFK iba a salir en libertad como el resto de los empresarios que se arrepintieron y admitieron el pago de coimas a los funcionarios del gobierno kirchnerista". En ese sentido, luego contó detalles de qué fue lo que le dijeron para provocar esa decisión.

"Cuando estaba detenido me sacaron del estado de incomunicado y me llevaron al despacho de Stornelli. Me recibió junto con mi mujer, mi hijo y mi abogado. Me dejaron hablar con ellos una media hora. Luego vino y me dijo: pasemos a mi despacho, así te comento cómo son las reglas de juego. Entramos solos y me dijo: si vos te arrepentís de haber colaborado con estos ´mugrientos`, señalando hacia la Casa Rosada, te vas en libertad con tu familia, que te está esperando", reveló.

Según continuó su relato, la extorsión no terminó ahí: "Si no lo hacés, te vas a la cárcel. Ahí le pregunté: ¿De qué me tengo que arrepentir y cuáles son los mugrientos? Stornelli me contestó: tenés que arrepentirte de haber colaborado con el matrimonio. A lo cual le pregunté: ¿Néstor y Cristina? Y él me respondió: sí, Néstor y Cristina. Le dije entonces que no podía arrepentirme de haber apoyado a un gobierno que llevó a la realidad todas las banderas por las que venía luchando desde los 17 años: expulsar al FMI, el juicio a los militares genocidas, las paritarias, entre tantas cosas más", contó.

Además, Ferreyra contó cómo Macri lo "presionó para que cediera el contrato de las represas a Nicolás Caputo", su amigo del alma, como definió el propio ex presidente. 

El empresario confirmó que "hubo presiones de Macri, del exministro de Energía Juan José Aranguren y del exembajador en China Diego Guelar para que Electroingeniería le cediera parte del contrato a la constructora de Caputo"

Según relató, "en uno de sus primeros actos de gobierno, a fines de diciembre de 2015, Macri le dio una audiencia a la viuda Tompkins (Kristine McDivitt, la ex esposa del millonario conservacionista estadounidense Douglas Tompkins) y le dijo que va a parar las obras de las represas". Luego, "un año y medio después, Aranguren reconoció publicamente en el caso donde la Corte había frenado las obras por un amparo ambiental que el Gobierno estaba de acuerdo con el fallo y que eso era lo que habían hecho desde el inicio de la gestión de Macri".

"Aranguren me dijo a mí, en una de las seis rondas de negociaciones que tuvimos: ´Ferreyra, usted tenga en cuenta que yo recibí un llamado del Presidente diciendo que hay que parar el proyecto y reorientar el crédito de China`", denunció el empresario.

La trama continuó: "En enero de 2016, les planteó a las autoridades de la corporación Gezhouba en China que tenían que cambiar de socio porque Electroingeniería no estaba bien vista. Y que el nuevo socio debía ser la constructora de Caputo. Los chinos vinieron a la Argentina y nos plantearon que tenía que entrar otro socio. Nosotros les planteamos que eso era legalmente
imposible porque ya habían transcurrido más de dos años de vigencia del contrato y que eso no estaba permitido. Entonces ellos nos terminaron reconociendo que el embajador Guelar les había recomendado que, para seguir con las obras, tenía que entrar Caputo. La paralización real de las obras se dio al no autorizar ningún trabajo más desde diciembre de 2015. Recién se retomaron los trabajos cuando nos vimos obligado a ceder parte de nuestra participación a Gezhouba y se reformuló el contrato original bajando la potencia de las usinas".