Tras conocerse el lunes que el cura villero
Guillermo “Willy” Torre, de la parroquia
Cristo Obrero de la Villa 31, es
positivo de coronavirus y se encuentra aislado en un hotel del centro de la ciudad de Buenos Aires,
hoy el párroco habló y echó luz sobre las responsabilidades políticas por la gran cantidad de casos en barrios populares porteños, como en el caso de la 31, que tiene unos 2500 infectados.
"Se llegó un poco tarde al barrio, estuvo mucho tiempo sin agua", dijo Torre hoy al mediodía en una entrevista con C5N, en referencia al brote de casos confimados durante las últimas semanas mientras una gran porción de la Villa 31 carecía del servicio básico de provisión de agua potable, responsabilidad del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, como reconoció el vicejefe Diego Santilli.
"Willy" señaló que lo que ocurre en el barrio es "una bomba que explotó", ya que
"las pandemias vinieron a poner luz sobre muchas cosas, las carencias de siempre". Se trata de un discurso parecido al del presidente
Alberto Fernández, que sostuvo hace días que a partir de ahora ya nadie podrá "hacerse el distraído" acerca de la pobreza en el país.
"
Hay que pensar el después de todo esto, puso a la luz todo lo que está pasando desde hace muchos años. Ahora hay que pensar el después. El Gobierno trajo comida pero hay que pensar como vamos a llevar la reactivación de todo esto en los barrios", reflexionó Torre.
Y concluyó:
"Los curas de las villas decimos que ponemos sobretodo el cuidado de la vida de neustra gente y tiene sus riesgos".
