21.01.2022 / Economía y geopolítica

El FMI planea fideicomiso con los DEG de países ricos para a aquellos con necesidades como Argentina

Una idea de Guzmán caló en el Fondo: dos de sus funcionarias propusieron crear un fondo fiduciario de USD 50 mil millones para ayudar países de ingresos bajos y medios, financiado con los DEG de "países con posiciones financieras externas sólidas". Por qué beneficiaría a la Argentina.




En semanas con idas y vueltas en la relación-negociación entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional, en medio de una misión que trajo buenas noticias de Santiago Cafiero a los Estados Unidos, justamente el FMI parece haber recogido una de las propuestas en las que más insistió el Gobierno nacional en todos los foros internacionales, como como el G20, a través de Martín Guzmán: la creación de un fondo fiduciario para ayudar a naciones vulnerables y con necesidades financiado con dinero de los DEG dirigidos a países que no los necesitan.

Es que dos economistas y funcionarios del organismo que dirige Kristalina Georgieva propusieron formalmente la creación del Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad (RST, siglas en inglés), lo que sería un fondo fiduciario de USD 50 mil millones, que tendría como objetivo ayudar a los países de ingresos bajos y medianos, con vulnerabilidades para desarrollar resiliencia ante los shocks de la balanza de pagos, y garantizar una recuperación sostenible.

La propuesta apareción publicada en la página web del organismo. Las directoras del Departamento de Estrategia, Políticas y Evaluación (SPR) del FMI, Ceyla Pazarbasioglu y Uma Ramakrishnan, avalaron la creación de ese fondo fiduciario para "no pasar por alto el desafío a más largo plazo de transformar las economías, para que sean más resistentes a los impactos y logren un crecimiento sostenible e inclusivo".

"El FMI está considerando opciones para canalizar algunos de los DEG de USD 650 000 millones emitidos en agosto de 2021 desde países con posiciones financieras externas sólidas hacia países vulnerables a través de un Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad (RST). El objetivo central del RST es proporcionar financiamiento asequible a largo plazo para ayudar a los países a enfrentar desafíos estructurales", explica el artículo, en línea con la propuesta del ministro de Economía argentino.

En este punto, surgen dos dudas: si este tipo de líneas de financiamiento "solidarias" alcanzaría a países como la Argentina y, adicionalmente, si aquellas naciones que, como el mismo caso, ya tienen un programa vigente con el organismo podrían solitar este acceso.

Los autores dejan pistas para ambas cuestiones: en el primer caso, el RST incluiría a los países de renta baja y en desarrollo, pero también los de renta media, como la Argentina, podrían ser incluidos. El cálculo del ingreso nacional bruto per cápita en el país arroja unos USD 9.000, mientras que el límite que pensaría el FMI inicialmente es de unos USD 12.000.

Acerca de la segunda cuestión, mientras Argentina negocia una reestructuración, si bien el organismo determinaría qué países podrían aspirar a solicitar recursos vía este RST, en caso que una de las naciones estuviese ya integrada en un programa con el organismo podría  igualmente solicitar el acceso al fideicomiso como un complemento, según surge del análisis en el documento

La siguiente pregunta es cuándo se discutiría y, eventualmente, aprobaría por el Fondo. Las autoras esperan que "el Directorio Ejecutivo del FMI pueda aprobar el RST, antes de las próximas Reuniones de Primavera y que esté en pleno funcionamiento antes de fin de año". Es decir, Argentina debe de todos modos ensayar la reestructuración que negocia.


LOS DETALLES

El documento puso en relieve que dentro de los criterios de elegibilidad "alrededor de las tres cuartas partes de los miembros del FMI podrían ser elegibles para el financiamiento del RST".

"Esto incluiría a todos los países de bajos ingresos, todos los pequeños estados en desarrollo y vulnerables, y todos los países de medianos ingresos con un INB per cápita inferior a 10 veces el límite operativo de la AIF de 2020 , o alrededor de 12 000 dólares", aseguran las autoras, es decir un umbral donde se ubicaría la Argentina, como se explicó anteriomente.

Para acceder al RST, el documento del FMI indicó que "para calificar, un miembro elegible necesitaría un paquete de medidas políticas de alta calidad consistentes con el propósito del RST; un programa financiado o no financiado concurrentemente respaldado por el FMI con políticas macroeconómicas apropiadas, para mitigar los riesgos para los prestatarios y acreedores; y deuda sostenible y capacidad adecuada para reembolsar al FMI".

Sobre la tasa de interés y los plazos, el RST tendría al igual que el Fideicomiso para Países de Bajos Ingresos (PRGT) tasa de interés cero y "se ha propuesto un vencimiento de 20 años y un período de gracia de 10 años, con una estructura de intereses escalonada que diferenciaría las condiciones de financiación entre los grupos de países, con un alto grado de concesión para los miembros de ingresos más bajos".

El trabajo de investigación propone que "el acceso al financiamiento del RST se determinaría caso por caso, en función de la solidez de las reformas y las consideraciones de sostenibilidad de la deuda, y se espera que tenga un tope del 150% de la cuota del FMI o DEG 1 000 millones, lo que sea menor. Los préstamos RST serían parte de una estrategia de financiamiento más amplia que los miembros seguirían para abordar los riesgos de balanza de pagos a más largo plazo, lo que implicaría una combinación de financiamiento multilateral, oficial bilateral y privado".

Finalmente, el documento señala que "el éxito del nuevo fideicomiso dependerá igualmente de que los miembros del FMI económicamente más fuertes, proporcionen recursos significativos para ayudar a los países a mejorar la resiliencia y la sostenibilidad a largo plazo; prestatarios dispuestos a hacer un esfuerzo adicional para lograr el entorno macroeconómico y el marco de reforma conducentes a mejorar la estabilidad de la balanza de pagos; otras instituciones financieras internacionales que apoyen con su experiencia, conocimiento y financiamiento cuando sea factible. Estas acciones también ayudarían a movilizar la inversión del sector privado".