22.06.2022 / El avión venezolano

Avión venezolano en Ezeiza: imputan al piloto e investigan a la tripulación

La fiscal Cecilia Incardona pidió esclarecer la relación del piloto con posibles actos terroristas. En la investigación sobre el avión, el juez Federico Villena ya ordenó 60 medidas de prueba en la causa.





La fiscal federal Cecilia Incardona imputó el pasado martes como sospechoso de “colaboración con grupos terroristas” al piloto del avión de Emtrasur, Gholamreza Ghasemi, y continuará con la investigación sobre el resto de la tripulación de la aeronave retenida en Ezeiza.

“Con el avance de las tareas investigativas llevadas aquí adelante,surgieron varios rastros que imponen la necesidad de proseguir la investigación respecto de Ghasemi Gholamreza, de toda la tripulación que de él dependía, de la aeronave y de su carga, conforme las obligaciones del Estado Argentino para prevenir y sancionar hechos de terrorismo”, dictaminó la fiscal y agregó que “tales circunstancias irregulares llevan a indagar si el verdadero objetivo del arribo de la aeronave a nuestro país fue exclusivamente para transportar mercadería de autopartes, o bien si estuvo fundado en razones diferentes a las alegadas y constituya, eventualmente, un acto de preparación para proveer bienes o dinero que pudieran utilizarse para una actividad de terrorismo, su financiamiento u organización”.

El domingo pasado se conoció que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) confirmó que el piloto del avión venezolano-iraní forma parte del grupo terrorista Fuerza Quds, del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC-QF) y Hezbollah. Esto le sirvió de evidencia a la fiscal que ya había impulsado una investigación el lunes anterior sin tener pruebas concretas contra la tripulación.

Sin embargo, Incardona le restó importancia al informe del FBI porque “la información allí consignada sólo puede ser utilizada para inteligencia” y mencionó en su dictamen que la  agencia del avión confirmó que Ghasemi es CEO y miembro del consejo de administración de Qeshm Fars Air.

En este sentido la fiscal pidió que se acredite de modo fehaciente la titularidad de la aeronave de Emtrasur y confirmar si la firma Mahan Air tiene aún algún tipo de vinculación con la misma. “Mahan Air es considerada una compañía que colabora con organizaciones terroristas de su país de bandera, y Gholamreza Ghasemi es CEO y piloto de Qeshm Fars Air vinculada a Mahan Air, que hoy continúa al mando del nombrado avión”, resaltó en su requerimiento.

“Aún con la salvedad de los alcances del informe del FBI ya señalados, de allí surge que Mahan Air fue sancionada en octubre de 2011 por la OFAC (E.O. 13224) por proporcionar apoyo financiero, material o tecnológico para la IRGC-QF y por transportar armas y personal para Hezbollah. Esta sanción no es técnicamente información de inteligencia, sino que es un dato perfectamente corroborable”, agregó Incardona.

Sobre el resto de los tripulantes, 4 iraníes y 14 venezolanos, la fiscal destacó que “existen inconsistencias en la información respecto de quiénes componen la tripulación, lo cual será también profundizado en la investigación”.

Además, pidió indagar sobre la carga que transportaba la aeronave “con la finalidad de verificar si coincide la operación comercial declarada con el contenido real de la mercadería que transportaba el avión”. Según la documentación de la Aduana, la carga de 47.882 kilos estaba repartida en 312 bultos, aunque el avión tendría una capacidad total de 80 toneladas.

La causa a cargo del juez federal Federico Villena ya suma un expediente de ocho cuerpos. El magistrado ordenó, en una semana, unas 60 medidas de prueba (muchas de ellas todavía no llegaron al juzgado) y aún espera con expectativa un informe definitivo sobre los teléfonos, las tablets secuestradas a los tripulantes y el analisis de las dos “cajas negras” del avión. Los informes preliminares hasta ahora no arrojaron pruebas contundentes para el expediente.