
La inauguración del
Gasoducto Néstor Kirchner, obra calificada como clave por todo el arco económico, que realizaron en la tarde de este 9 de julio
Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa con una contundente foto electoral de unidad, provocó
reacciones de la oposición, principalmente de Juntos por el Cambio, en un gesto que mostró a "palomas" y "halcones" intercambiando roles llamativamente.
La primera en expresarse fue la exgobernadora bonaerense
María Eugenia Vidal, que buscaba ser precandidata a presidenta por JXC pero fue la primera en bajarse,
dijo que la creación del gasoducto se originó durante la presidencia de Mauricio Macri, pese a que la obra fue planificada en 2015 luego de la recuperación de YPF, el acuerdo con Chrevrón y el desarrollo de Vaca Muerta que su coalición rechazó en el Congreso.
“En julio de 2019, Mauricio firmó un DNU para el diseño y construcción de un gasoducto que conectara a la localidad de Tratayén, en el corazón de Vaca Muerta, con la localidad de Salliqueló en la provincia de Buenos Aires. El objetivo era permitir un ahorro de millones de dólares que hoy se gastan en importar gas”, sostuvo.
Y siguió:
"El kirchnerismo hoy hace campaña con políticas que fueron impulsadas por el gobierno de Macri. Pasó, entre muchas otras, con Vaca Muerta, con el litio en el norte, con las reformas del aeropuerto de Ezeiza y ahora con el gasoducto”. Luego dedicó un breve párrafo a decir que es un “gran paso adelante”, pero retomó con que es una “vergüenza” que “celebren políticas públicas que ellos mismos se ocuparon durante tanto tiempo de obstaculizar”.
Lo cierto es que el desarrollo de un gasoducto desde Vaca Muerta hasta Buenos Aires fue planificado en 2015, antes de la llegada de Mauricio Macri a la presidencia. Con Cambiemos en el poder nacional, se lanzó una licitación para construirlo pero el plazo fue prorrogado 3 veces por ausencia de fondos y oferentes hasta que ya con el Frente de Todos en la Casa Rosada y Alberto Fernández como presidente se derogó ese llamado, se convocó a una nueva licitación y se construyó todo el primer tramo en tiempo récord.
A Vidal le siguió el propio expresidente Macri, que básicamente dijo lo mismo pero más desarrollado y con más imprecisiones. Sostuvo que el Gobierno “anunció con bombos y platillos un gasoducto que llega tres años tarde y cuya demora le costó a la Argentina más de 5.000 millones de dólares”.
“En 2019 dejamos la licitación lista y el financiamiento preparado. Solo tenían que avanzar. En lugar de eso, tuvimos discursos rimbombantes sobre soberanía, autoabastecimiento e independencia”, reprochó Macri sobre la administración de Alberto Fernández.
Tras criticar las políticas energéticas del kirchnerismo, dedicó unas breves palabras de agradecimiento “a los ingenieros y constructoras por una obra formidable”, pero luego volvió a las críticas con poco fundamento: "Todo esto a pesar del apuro y la falta de previsión del gobierno costó 800 millones de dólares más de lo habría costado en condiciones normales”.
“La historia de este gasoducto (disculpen si no lo llamo por su nombre oficial) es otro ejemplo de las oportunidades, los millones y el tiempo que perdimos los argentinos por la obstinación del kirchnerismo de destruir cualquier cosa que estuviera hecha por nosotros. Ahora por lo menos tenemos algo concreto. Aprovechémoslo”, terminó.
A su turno, el máximo referente del ala "paloma" del PRO y JXC,
Horacio Rodríguez Larreta, rompió con esa descripción y se expresó como Macri, del bando halcón. "La inauguración del gasoducto es una buena noticia, un beneficio para todos los argentinos que nos permitirá dejar de importar gas a altos costos. Pero lamentablemente la obra llegó más tarde, fue más cara y ahora es utilizada partidariamente por el Kirchnerismo", tuiteó el alcalde porteño.
"El proyecto lo impulsó @mauriciomacri durante su gobierno y el Kirchnerismo lo postergó", dijo en línea con su otrora jefe político, para luego señalar que "estas son obras que están más allá de los gobiernos y los funcionarios" y que "son las transformaciones que nos cambian la vida y que permiten que todos vivamos mejor".
Llamativamente, quien profundizó la radicalización de Macri,
Patricia Bullrich, fue la más prudente a la hora de referirse al Gasoducto Néstor Kirchner. La precandidata a presidenta celebró que haya continuidad entre diversos espacios políticos.
“Es un trabajo que se hizo entre los distintos gobiernos. Nuestro gobierno dejó armados todos los planos, toda la licitación y este gobierno, si bien por un tiempo lo dejó, luego lo continuó. Así que esas son buenas experiencias para que la Argentina pueda, en dos gobiernos distintos, llevar adelante una obra que es para el bienestar de todos los argentinos”, afirmó durante un acto en La Matanza.