El Gobierno tomó decisiones polémicas en materia de distribución de fondos y subsidios durante el mes de enero y recientemente, particularmente tras la caída del paquete de reformas impulsado por el Ejecutivo nacional. Algo que no cayó nada bien en el seno del Gobierno y que, más allá de las explicitaciones del propio Milei en redes sociales, ya lo había anticipado el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo.
Es que durante enero hubo una reducción del 98% en las transferencias discrecionales a las provincias marcó un cambio significativo en la política de asignación de recursos, mientras que el anuncio de disminuir los subsidios a las empresas de transporte de pasajeros de jurisdicción nacional ha generado un fuerte revuelo entre gobernadores e intendentes.
Según declaraciones del vocero presidencial,
Manuel Adorni, el objetivo de estas medidas es transparentar un sistema que anteriormente favorecía a intereses políticos particulares. Adorni señaló que "se termina la plata para recitales de dudoso financiamiento, para organizaciones sociales y para el empleo militante", enfatizando la necesidad de que todos los sectores hagan un esfuerzo en tiempos de dificultad económica.
La reducción de las transferencias discrecionales y la disminución de los subsidios al transporte público forman parte de una estrategia para concentrar la ayuda en aquellos usuarios que más lo necesitan, evitando intermediarios y canalizando los recursos de manera más directa a través del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE).
Es importante destacar que estas decisiones gubernamentales no han sido bien recibidas por gobernadores e intendentes, quienes han expresado su rechazo. En este sentido, Adorni vinculó estas medidas con el Pacto Fiscal firmado entre los gobernadores y el Gobierno nacional en años anteriores, destacando el compromiso de eliminar progresivamente los subsidios diferenciales para promover la equidad en todo el territorio nacional.
Sin embargo, el anuncio ha sido interpretado en diversos ámbitos como una suerte de "revancha" por parte del gobierno nacional, luego de la derrota legislativa del proyecto "Bases". Algunos opositores incluso sugieren que la iniciativa siempre estuvo en los planes de Milei. El impacto de esta medida se sentirá especialmente en provincias como Santa Fe y Córdoba, cuyos mandatarios Maximiliano Pullaro y Martín Llaryora, respectivamente, fueron señalados directamente por Milei tras la derrota en el Congreso. Cabe destacar que ninguna de estas provincias cuenta con el sistema SUBE. También se mostró bastante crítico el gobierno de la provincia de Buenos Aires.
