Esta semana, el gobierno de Sandra Pettovello implementó una serie de medidas que generaron fuertes críticas, especialmente en el área de asistencia social. Decisiones que se vuelven más polémicas en un contexto de apagones diarios y ante la situación que se padece en el sur de la provincia de Buenos Aires por el temporal. Desde el inicio de su gestión, se han despedido a miles de trabajadores y se han cerrado diversas áreas clave del Ministerio de Desarrollo Social, dejando vacíos edificios completos, como los de la Secretaría de Economía Social y, nada más y nada menos que la Dirección Nacional de Emergencias.
Cabe señalar que, de acuerdo a una nota de Página/12, la magnitud de los despidos es alarmante: de las 6700 personas que trabajaban en el Ministerio de Desarrollo Social, más de 3800 han sido echadas, lo que representa más del 50% de su personal. De este modo, se han eliminado varias áreas que históricamente brindaban apoyo directo a las familias más vulnerables, como la Subsecretaría de Políticas Sociales, que se encargaba de asistir en emergencias, y la Subsecretaría de Economía Social, que apoyaba los emprendimientos de la economía popular.
Uno de los efectos más inmediatos de estas decisiones ha sido la eliminación de políticas de asistencia directa, como los programas que apoyaban a los sectores más necesitados. Hay que señalar que la reestructuración también tiene un trasfondo ideológico relacionado con el modelo económico de la administración de Javier Milei. Según informes, Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, y Pettovello han explicado que esta reestructuración busca reducir el tamaño del Estado y eliminar lo que consideran "organizaciones sociales" que podrían resistir sus políticas económicas.
Esta política de recortes también ha afectado a los centros de referencia y a las direcciones nacionales que brindaban apoyo a sectores como la infancia, los adultos mayores y los comedores comunitarios. Además, se ha señalado que durante una de las peores crisis alimentarias del país, el gobierno de Pettovello dejó que la comida almacenada en los depósitos destinados a asistencia se descompusiera, mientras cientos de trabajadores eran despedidos.