El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, y dirigente de estrecha confianza de Kicillof, aseguró que "hay una operación de pinzas sobre Axel" y advirtió que sectores del kirchnerismo duro buscan "extorsionar" al gobernador para forzarlo a definir su futuro político cuanto antes. "Quieren imponerle una candidatura a presidente o condicionarlo en su reelección", remarcó Larroque.
La tensión se intensificó luego de que reclamaran definiciones rápidas de cara a las elecciones, presionando para que el mandatario provincial acelere sus tiempos. Según Larroque, ese tipo de maniobras "no ayudan a la unidad" y "ponen en riesgo el proyecto colectivo que venimos construyendo en la provincia".
Desde el entorno de Kicillof, si bien intentaron bajarle el tono al conflicto, admiten que la relación con la agrupación liderada por Máximo Kirchner atraviesa uno de sus momentos más delicados. El gobernador, por ahora, mantiene su idea de buscar la reelección en Buenos Aires, pese a los insistentes pedidos para que compita a nivel nacional.
Con un cierre de listas cada vez más cercano, el clima interno en el peronismo bonaerense se vuelve más denso. Larroque dejó en claro que Kicillof “no se va a dejar apurar ni extorsionar” y pidió “respeto por los tiempos y las decisiones del gobernador”. La pulseada recién empieza, y promete más capítulos en los próximos días.