El diputado Máximo Kirchner publicó la grabación en sus redes y la acompañó con un mensaje que recordó aquel encuentro en la Biblioteca del Congreso. En la pieza audiovisual se vio a Elsa Oesterheld —viuda de Héctor Germán Oesterheld, guionista de El Eternauta— entregar un dibujo original a la pareja santacruceña, mientras militantes celebraron la reivindicación de la cultura popular. También fue replicado en las stories de CFK.
Durante el acto, Cristina Fernández de Kirchner agradeció el obsequio y subrayó:
“Hay que reconstruir la coherencia entre la palabra y la acción”. Esa frase funcionó como eje del mensaje que su hijo compartió al escribir: “Les comparto este video del 18 de diciembre de 2000 (…)”, reivindicando la continuidad entre aquellas convicciones y la actualidad del campo nacional y popular.
El gesto de Elsa Oesterheld simbolizó la resistencia de los artistas que enfrentaron a la dictadura y enlazó ese espíritu con el proyecto kirchnerista. El Eternauta —relato de un pueblo que se organiza ante la adversidad— operó como metáfora de la militancia que asumió la defensa de los derechos sociales frente a los embates neoliberales.
Al evocar la escena, el espacio ratificó su compromiso con el legado cultural y con los sectores populares. El video, además, alimenta la memoria colectiva y la necesidad de coherencia política en tiempos de descreimiento.
Diez años despúes, en Frankfurt, sería la por entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, quien reconozca a la viuda del creador de El Eternauta. "Ella, que perdió a su marido y a sus cuatro hijos por la dictadura, representa a los los escritores argentinos que sufrieron durante uno de los peores momentos que vivió la Argentina”, dijo Cristina.