
El gobernador de la provincia de Corrientes, el radical Gustavo Valdés, metió un sprint de aceleración, se separó de las eleccionales nacionales de octubre y definió al 31 de agosto como la fecha en la que se elegirá a su sucesor, entre otros cargos locales.
De todos modos, resta como trámite que los municipios adhieran. La convocatoria a elecciones generales también será para renovar la mitad de las dos cámaras de la Legislatura de la provincia meridiana del litoral argentino.
La versión que circulaba en medios locales afirmaba que Valdés, hoy sin referencias políticas claras a nivel nacional, intentaba apurar el llamado bajo la estrategia de sostenerse en la falta de certezas en la oposición a nivel provincial, donde no hay frentes ni alianzas claras aún.
Los casi 80 municipios de Corrientes deberán definir si adhieren a la fecha de la contienda provincial o si, a su vez, se desdoblan de la provincia y se diferencian la estrategia del gobernador. Tendrán que definir autoridades municipales y concejalías.
Los correntinos no sólo votarán cargos para la gobernación y la vicegobernación el 31 de agosto, sino que elegirán a los ocupantes de 15 bancas en la cámara baja provincial y cinco en el Senado a partir del 10 de diciembre.
CÓMO VIENEN LOS ARMADOS POLÍTICOS
Valdés todavía no tiene candidato, pero - como es obvio - quiere que el radicalismo correntino, socio mayoritario de su frente Vamos Corrientes, gobierne cuatro años más sentado en el sillón de Ferré.
Tal como explicaron en LetraP, relanzó su espacio oficialista hace dos semanas, luego de un interna que condujo a la separación de algunos de sus jugadores más representativos. Al día de hoy tiene como principal socio al Partido Popular del vicegobernador Pedro Braillard Poccard, pero además se integra por otros 27 sellos que dan forma al frente más grande de la provincia.
En cuanto a la oposición, se divide, hasta ahora, en tres partes. La apuesta principal es, al parecer, forzar una segunda vuelta para vencer a Valdés en esa instancia.
El artículo 156 de la Constitución correntina establece que para ganar en primera vuelta se necesita más del 45% de los votos afirmativos válidamente emitidos o el 40% o más de los votos afirmativos válidamente emitidos con una diferencia mayor al 10% respeto del segundo. En caso de ser necesaria, la segunda vuelta se disputaría el 21 de septiembre.
Del riñón oficialista se desprende un espacio de centroderecha con el que coquetea La Libertad Avanza. Se llama Grupo Alondra, donde también hay dirigentes con ambiciones de gobernación. Están en ese lugar el Encuentro Liberal de Pedro Cassani, el Partido Autonomista de José Romero Brisco, el armado municipalista de Emiliano Fernández Recalde, una parte del PRO y el medallista olímpico y senador Carlos Camau Espínola, otrora peronista y kirchnerista que, en los últimos tiempos se apegó al sector del ahora preso Edgardo Kueider.
En el otro extremo se ubica el peronismo kirchnerista, bajo conducción nacional de Cristina Fernández de Kirchner, que ya proclamó a Tincho Acúa como candidato a la gobernación. También está, por otro lado, el radicalismo rebelde que tiene como candidato al tres veces gobernador Ricardo Colombi.