El Tesoro Nacional volvió a intervenir en el mercado cambiario y realizó una nueva compra de divisas por u$s500 millones, lo que permitió engrosar las reservas internacionales del Banco Central. Con esta operación, el stock de reservas brutas pasó de u$s39.060 millones a u$s39.551 millones, según confirmaron fuentes oficiales.
Se trata de la segunda adquisición de dólares en lo que va de julio y la tercera desde que se implementó el esquema de flotación administrada con bandas. El propio director del Banco Central, Federico Furiase, explicó a través de su cuenta en X: “Absorción de pesos y acumulación de reservas en dólares con los pesos que tiene el Tesoro en la cuenta del BCRA".
La compra se concretó en un contexto de tensión cambiaria y de volatilidad en las tasas, tras la salida de las Letras de Regulación Monetaria (LEFIs) que derivó en una caída de rendimientos en pesos. Según informó el medio Bloomberg, el Gobierno realizó la operación directamente, aprovechando el saldo positivo que mantiene el Tesoro dentro de la autoridad monetaria.
Desde el Ministerio de Economía destacan que esta estrategia apunta a reforzar la posición de reservas del Tesoro, no solo del BCRA. En declaraciones previas, el ministro Luis Caputo había subrayado que su cartera debía reunir los dólares necesarios para hacer frente a los compromisos de deuda.
Además de sostener la política de fortalecimiento de activos, esta maniobra permite recomponer el saldo en dólares de la cuenta del Tesoro en el BCRA, que se había reducido tras el pago de u$s4.200 millones a bonistas. La última semana, ese saldo había caído por debajo de los u$s700 millones, lo que activó una nueva intervención.
El mecanismo central de esta estrategia son las llamadas “compras en bloque”, en las que el Tesoro accede a divisas a través de grandes operadores financieros, como bancos y fondos institucionales. Las anteriores operaciones, ejecutadas también dentro de las bandas cambiarias, fueron por u$s200 millones cada una.
Según los últimos datos disponibles, el Tesoro contaba con un stock en pesos de $13,6 billones depositado en el BCRA, producto del superávit fiscal acumulado desde el inicio de la gestión. Esos fondos son los que permiten absorber pesos y adquirir dólares sin presionar al mercado oficial.