Mientras se reconfigura el mapa político con la reciente creación de un frente de gobernadores que reúne a figuras como Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro, Ignacio Torres, Carlos Sadir, Claudio Vidal y el exmandatario cordobés Juan Schiaretti, el Gobierno nacional comenzó a delinear su próximo movimiento, la conformación de un interbloque parlamentario que incluya a sectores del PRO y la UCR, con objeto de consolidar una mayoría legislativa afín que permita avanzar con el paquete de reformas exigidas por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según detallaron en TN, desde Casa Rosada cree que, tras las elecciones legislativas del 26 de octubre, podrían alcanzar un piso de 110 diputados propios o “dialoguistas”. En ese marco, las negociaciones apuntan a sumar a figuras como Cristian Ritondo (PRO) y Rodrigo De Loredo (UCR) al bloque oficialista de La Libertad Avanza. "Si hay acuerdo en Córdoba, Ciudad y provincia de Buenos Aires con sus fuerzas, vamos a intentar que eventualmente suceda", deslizaron.
La estrategia contempla además alianzas parciales con mandatarios provinciales, incluso cuando no forman parte del armado nacional del oficialismo. En ese sentido, destacan los casos de los gobernadores Rolando Figueroa de Neuquén y Gustavo Sáenz de Salta, con quienes LLA buscaría acuerdos electorales diferenciados, sobre todo en aquellas provincias donde se ponen en juego bancas sensibles en el Senado y pocas en Diputados.
La urgencia de consolidar apoyos parlamentarios responde a los compromisos asumidos con el FMI, que incluyen reformas estructurales en materia laboral, impositiva y previsional. El Ejecutivo apuesta a que una bancada más amplia facilite el avance legislativo de esos cambios, más allá de los vetos presidenciales que pretenden descartar la emergencia en discapacidad, el aumento y la moratoria previsional.
Para facilitar estos acuerdos, el Gobierno también mantiene contactos con el PRO porteño a través de Ezequiel Sabor, encargado de hacer el nexo con el espacio amarillo. No obstante, desde el oficialismo aclaran que buscan evitar la participación de figuras como el mismísimo Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, así como con María Eugenia Vidal y Silvia Lospennato en la mesa de negociaciones, en un intento por evitar tensiones internas.
En este contexto y siguiendo a fuentes autorizadas, la bancada de LLA sumó en las últimas semanas a un grupo de radicales identificados con “La Liga del Interior”, entre ellos Luis Picat (Córdoba), Pablo Cervi (Neuquén), Federico Tournier (Corrientes), Francisco Monti (Catamarca) y Mariano Campero (Tucumán). A cambio, reclaman medidas compensatorias como la reactivación del financiamiento en discapacidad, aunque dentro del Gobierno no hay una postura unificada al respecto.