El Gobierno atribuyó la dura derrota que sufrió en las legislativas bonaerenses señalando que el traspié se debió a un problema de comunicación. Lo hizo a través del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien reconoció que existió “un error político” porque “no se llegó a explicar de manera simple" el motivo de su programa económico de hiper ajuste.
Adorni sostuvo que, a pesar de la autocrítica, no habrá modificaciones en el plan económico ni en las decisiones ya tomadas por el Ejecutivo. “Sin duda cometimos errores, pero no vamos a modificar el rumbo. ¿Cuál es el otro camino, Venezuela, Cuba? No vamos a ceder ante eso”, afirmó el portavoz al remarcar que el oficialismo seguirá aplicando recortes.
El funcionario justificó los vetos al financiamiento universitario y a la emergencia pediátrica que incluía más recursos para el Hospital Garrahan, y anticipó que también se rechazará la ley de Aportes del Tesoro Nacional. “Tenemos claro que hay sectores a los que les está yendo muy bien y otros a los que les está costando arrancar, y son miles y miles de bonaerenses”, explicó durante su conferencia en Casa Rosada.
El vocero insistió en que la administración de Milei debe “seguir explicando que no hay soluciones mágicas” y sostuvo que la estrategia oficial hacia las elecciones de octubre será profundizar la tarea de comunicación, ya que “hubo errores, y uno de los mayores errores fue no explicar”.
En paralelo a esta autocrítica, el Gobierno descartó cambios en el Gabinete y avanzó en la conformación de mesas políticas a nivel nacional y bonaerense con los mismos actores que protagonizaron la campaña. Además, designó a Lisandro Catalán como ministro del Interior, cargo en el que ya venía desempeñándose en la práctica bajo la órbita de Guillermo Francos.