El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) publicó un informe sobre la Ejecución Presupuestaria de la Administración Pública Nacional que evidencia una reducción generalizada del gasto público durante 2025, con recortes que afectan, principalmente, a las áreas de Salud, Educación, Ciencia, Transporte y Obra Pública. En paralelo, el estudio destaca que la Secretaría de Inteligencia del Estado incrementó su ejecución un 23% y que los servicios de deuda concentran un 9% del gasto total.
En salud y programas sociales, los recortes fueron significativos: la Superintendencia de Servicios de Salud redujo un 56% su presupuesto, los hospitales nacionales entre 30% y 38%, el Instituto Malbrán un 26% y la ANMAT un 27%. Algunos programas críticos presentan caídas de hasta el 100%, con la excepción de la partida de Acceso a Medicamentos y Tecnología Médica, que creció un 41%.
La educación y la ciencia también sufrieron ajustes severos. Conectar Igualdad y el Fondo Nacional de Incentivo Docente tuvieron ejecución nula, mientras que becas y formación docente cayeron entre 77% y 79%. En ciencia y tecnología, el CONICET recortó un 29%, la CONAE un 40%, el INTA un 37%, el INTI un 44% y el Programa de Promoción de la Investigación e Innovación un 83%.
Producción, transporte y provincias reflejaron reducciones dramáticas. La Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo bajó su ejecución un 76%, mientras que ENRE, ENARGAS y CNEA registraron caídas de entre 24% y 39%. En transporte y obra pública, la ejecución fue casi nula, con proyectos de infraestructura, pavimentación, túneles y puentes con caídas de entre 89% y 100%. Las transferencias a provincias y municipios sufrieron ajustes de hasta 100%, incluyendo la eliminación del Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la Provincia de Buenos Aires.
El ajuste afectó también a las fuerzas de seguridad y a las Fuerzas Armadas, con caídas de entre 17% y 32% en sus partidas. Mientras tanto, los servicios de deuda concentran un 9% del gasto total. Según el CEPA, la reducción del gasto compromete la continuidad de programas claves mientras la crisis económica y social golpea a la población, mientras se mantiene el peso de la deuda y crece la inversión en inteligencia.