El Gobierno envió al Congreso el proyecto de ley del Presupuesto 2026, con proyecciones económicas que buscan mostrar estabilidad frente al contexto actual.
Según el Ejecutivo, el dólar oficial se ubicará “a $1.423” y la inflación anual alcanzará apenas el 10,1%, cifras que sorprenden considerando la cotización y la dinámica reciente del mercado.
Para 2025, el Ministerio de Economía estima un dólar mayorista en $1.325, muy por debajo de los $1.467 actuales, una cifra que contrasta fuertemente con la cotización vigente e indica que, dentro del equipo de Milei, persiste la confianza en una supuesta calma cambiaria después de las elecciones de octubre.
Al mismo tiempo, la inflación anual cerraría en 24,5%, por encima del 20,2% proyectado por el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central. Analistas identificaron que esta diferencia podría estar vinculada a la cautela del sector privado frente al impacto de las políticas oficiales.
El Presupuesto prevé también un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de 5,4% este año y de 5% para 2026, con una actividad económica que, según el Ejecutivo, se mantiene dinámica a pesar de la inflación y de los datos del sector que denotan enfriamiento.
A pesar de las estimaciones positivas del Ejecutivo, el comercio exterior muestra desafíos. El déficit en bienes y servicios para 2025 se espera en -u$s2.447 millones, mientras que para 2026 podría profundizarse hasta -u$s5.751 millones, un dato que pone presión sobre la balanza comercial y las políticas de importación y exportación del país.
Las proyecciones oficiales indican un escenario de tipo de cambio relativamente estable durante 2025 y 2026, lo que llama la atención en un contexto de volatilidad reciente. En tanto, la inflación proyectada de 10,1% para 2026 representa una desaceleración marcada respecto al año en curso, mientras que los próximos años muestran estimaciones de 5,9% en 2027 y 3,7% en 2028, consolidando la estrategia de “equilibrio fiscal” que resalta el Gobierno.
Por último, las exportaciones de bienes y servicios están proyectadas en un aumento de 10,6% para 2026, mientras que las importaciones crecerían 11,1%, lo que refleja un equilibrio delicado entre la necesidad de inversión y la sostenibilidad del déficit externo.