El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, advirtió que la actividad atraviesa un freno marcado en rubros como construcción, textil, calzado y metalmecánico. “Vemos con preocupación cómo va a avanzar o cómo va a seguir la microeconomía, la actividad”, señaló, al remarcar que en julio y agosto la situación se agravó.
El dirigente puso el foco en la construcción y en la caída de sus sectores vinculados. “El cemento venía con una caída importante y la última vez tuvo una caída intermensual. También podemos ver con el índice Construya, que tuvo una caída en julio-agosto intermensual, o sea, contra los meses anteriores, y ya está en niveles que eran el piso”, explicó.
El golpe también se refleja en la metalurgia. Según el relevamiento de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la actividad retrocedió 6,1% interanual en agosto y 2,3% frente a julio. “El sector se encuentra un 17% por debajo de los niveles históricos más altos”, advirtió el informe, que además reveló que el uso de la capacidad instalada se redujo al 44,8%, un nivel comparable al de la pandemia.
En sintonía, el presidente de ADIMRA, Elio Del Re, alertó sobre un estancamiento generalizado en toda la cadena. “Necesitamos políticas activas que reconstituyan el tejido productivo, porque de lo contrario los niveles actuales pondrán en riesgo el empleo. La salida para el país es con más industria y con todos los sectores trabajando en conjunto”, remarcó.
Rappallini, en tanto, insistió en que la crisis no puede esperar al resultado de las elecciones. “Me parece que hoy lo que estamos viendo requiere otro tipo de gestión política, independientemente del resultado de los comicios”, planteó. Tanto desde la UIA como desde ADIMRA reclaman definiciones urgentes que permitan sostener la producción y evitar una mayor pérdida de empleo en los próximos meses.
Además, desde la UIA remarcaron que la situación del sector textil y del calzado es una de las más delicadas por la retracción del consumo y la dificultad de acceso al financiamiento. En esos rubros, la caída de las ventas internas se combina con el aumento de importaciones y con un encarecimiento del crédito que golpea de lleno a las pymes.