Los maquinistas de trenes, nucleados en el sindicato La Fraternidad, desoyeron la conciliación obligatoria dictada por el Gobierno y confirmaron que continuarán con la protesta que reduce la velocidad de las formaciones a 30 kilómetros por hora por tercer día consecutivo. “Todavía no nos notificaron nada, ninguna conciliación”, afirmó el secretario general Omar Maturano al ratificar la continuidad de la medida.
La Secretaría de Trabajo había anunciado la madrugada del viernes un período de conciliación de 15 días bajo el marco de la Ley N.º 14.786. Durante ese lapso, el gremio y las empresas debían retomar el diálogo, mientras los trabajadores estaban obligados a garantizar el servicio normal. Sin embargo, la conducción sindical decidió no acatar la resolución y sostuvo su plan de lucha para visibilizar el reclamo salarial y de condiciones laborales.
La protesta, que comenzó el miércoles, afecta a las principales líneas del área metropolitana, con demoras y cancelaciones en los trenes Mitre, Belgrano Norte y Sur, Roca y Urquiza. El Sarmiento opera con normalidad por el momento, aunque las autoridades no descartan que pueda sumarse a la medida si no hay avances en las negociaciones. El San Martín, que había presentado problemas técnicos, volvió a funcionar en su horario habitual.
Desde la Secretaría de Trabajo remarcaron que el Estado nacional tiene “el deber de garantizar la continuidad de los servicios esenciales para los ciudadanos y resguardar el interés público, sin desatender los derechos laborales ni los mecanismos de negociación colectiva”. No obstante, el gremio sostiene que la falta de respuesta oficial obliga a mantener la presión en las vías.
La medida de fuerza se extenderá por tiempo indefinido hasta que el Gobierno convoque a una instancia de diálogo real, según anticiparon desde La Fraternidad. Mientras tanto, miles de pasajeros enfrentan otro día de demoras y cancelaciones, en medio de una pulseada que paraliza el transporte ferroviario y desafía la orden oficial.