La jornada en Diputados arrancó con la exposición del secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y derivó en un cruce abierto cuando Vilma Ripoll pidió la palabra para interpelar al presidente de la comisión, José Luis Espert. Con el recinto en vilo, la legisladora apuntó contra el referente libertario por denuncias y declaraciones recientes que tensionan el clima parlamentario.
“Gracias señor presidente, hay que decirle porque es una formalidad. Porque la verdad lo que le quería preguntar después de todas las denuncias que hay y después de habernos dicho ‘zurditos, van a correr’: usted ya corrió con la moto y además nos dijo ‘cárcel o bala’. Entonces ahora le puedo preguntar: ¿cuál elige, cárcel o bala?”, lanzó Ripoll, dejando helada a la sala y desplazando a segundo plano la letra chica del Presupuesto 2026.
La diputada redobló la apuesta y cuestionó la continuidad de Espert al frente del estratégico cuerpo legislativo: “¿Me pregunto si Espert puede presidir esta comisión? Claro que no, ni un día más debe estar en su cargo. El problema es que con eso solo no alcanza. No alcanza porque acá sale a la luz que es el socio del narcotráfico”. El señalamiento reavivó los rumores que circulan desde hace semanas y puso el foco en la solvencia política del oficialismo para conducir el debate fiscal.
En tono irónico, Ripoll aludió además a la relación con Fred Machado: “Además nos quiere vender que se encontró con un tipo que tenía un avión y casualmente le dijo ‘te llevo, te preparo la muestra de tu libro, después te traigo, después te hago hacer la campaña y después te doy el auto blindado, después te pago la campaña’. A mí nunca me pasó: está bien, soy de izquierda, nunca me van a invitar a un avión para llevarme a ningún lado”. Sin los votos para desplazar a Espert, el oficialismo contuvo el golpe, pero la sesión dejó una certeza: la tensión alrededor de su figura seguirá cruzando cada capítulo de la discusión presupuestaria.